POR MARIO MENDEZ
La proyección del Banco Central de que la tasa de inflación alcanzaría en el presente año un nivel de entre 45 y 50 por ciento, sólo se explica si se parte de que la reforma fiscal tendrá un significativo impacto sobre los precios, se planteó ayer en círculos económicos.

De acuerdo a lo indicado, la tasa de inflación acumulada a agosto era de 32.61 por ciento, lo cual quiere decir que para que al final de año se coloque por encima del 45 por ciento, tendría que incrementarse en más de 12 puntos porcentuales en los últimos cuatro meses del año.

Se planteó que un aumento de esa magnitud de la tasa de inflación en sólo cuatro meses, de dos dígitos, a pesar de la reducción que se ha registrado en la tasa de cambio, solamente podría producirse si se está dando por un hecho que la reforma tributaria tendrá un significativo impacto en los precios internos.

La proyección del Banco Central contrasta con las expectativas generadas de que la reducción en el tipo de cambio provocaría una reducción de los precios.

No obstante, se reconoció que en años normales los precios suben a final de año.

Sin embargo, se explicó que estamos en un año anormal, donde la tasa de inflación subió mucho en los primeros meses, como resultado de la fuerte devaluación, pero que como la tendencia del tipo de cambio se ha revertido últimamente, hay quienes piensan que esto provocaría una reducción de los precios internos al final de año.

El propio Banco Central, en su informe, señala que en agosto se produjo una desaceleración de los precios internos, la cual atribuye a una reducción de más de la tasa de cambio de más 1,000 puntos desde junio al cierre de agosto, impactado en la mayoría de los grupos de bienes y servicios que conforman la canasta familiar.

La inflación anualizada disminuyó de 55.64% en julio a 51.84% en agosto de este año; mientras que la tasa promedio de los últimos doce meses se situó en 52.24 por ciento, explicó el Banco Central.