La Coordinadora de Organizaciones Barriales don Bosco se quejó ayer por el alto costo de los servicios médicos que ofrecen a los pacientes pobres en el hospital doctor Luis Eduardo Aybar y las demás áreas especializadas de ese complejo, y por el abandono de equipos médicos valorados en RD$50 millones que fueron adquiridos para ser instalados en el centro de cirugía cardiovascular y de oftalmología.

En una comunicación enviada al embajador del Japón en el país, Haruo Okamoto, el director de la coordinadora, Alexis Rafael Peña, critica que el presente gobierno dividiera en cinco partes, con igual número de directores, el complejo hospitalario Luis Eduardo Aybar (antiguo William Morgan), «disposición que provocó agravar la situación, por los continuos enfrentamientos entre los directores, por las medidas tomadas de manera antojadiza y los conflictos que generaban las mismas».

Peña, pese a su denuncia, valora el apoyo del gobierno japonés en acondicionar y equipar la infraestructura, capacitación y profesionalización del personal de salud, entre otros aportes, por lo que miles de personas han sido atendidas con dignidad.

«Nos duele y golpea el inequívoco uso que está prestando a la población el Centro de Gastroenterología y el Centro de Educación Dominicano-Japonés», precisa Peña en su comunicación.

Indica que ambas instituciones se manejan con criterios privados y no para personas que buscan su salud en un hospital dirigido y administrado por el Estado, porque no tiene posibilidades de asistir a una clínica por los pocos recursos que poseen.

Se pone como ejemplo el Centro de Gastroenterología, que, a decir de Peña, ofrece sus servicios a los barrios 27 de Febrero, Loma del Chivo, Agua Dulce, Villa María, Mejoramiento Social, Villa Fontana, María Auxiliadora y El Caliche, con una población de 290 mil habitantes, los que cubren sus gastos de los análisis, estudios, cirugías y otros, «en razón de los pocos o ningún subsidio recibido del Estado a través de la Secretaría de Salud Pública».

Explica que lo mismo ocurre con el Centro de Educación Médica Amistad Domínico-Japonesa, que al realizarse una tomografía, hay que cubrir la famosa cuota de recuperación, inalcanzable para el paciente.

Critica además la paralización en la construcción del edificio Cardiovascular y de Oftalmología, «que la insensibilidad de los últimos dos gobiernos ha sido tan grande que el mismo no ha sido concluido hasta la fecha, pero más insensible el gobierno de rostro humano que nos ofreció gobernar para la gente».

Precisa que la comunidad organizada pide la construcción de la anunciada torre de ocho niveles, con fin de ofrecer el servicio de salud con dignidad a los dominicanos pobres de la zona.