WASHINGTON. AFP. El presidente estadounidense Barack Obama rompió con la política exterior del gobierno de George W. Bush, pero cambió más el estilo que el fondo, adoptando un tono más humilde y tendiendo la mano a los enemigos de antaño. El gobierno de Obama mostró una mayor tendencia a recurrir a la diplomacia para tratar de resolver los conflictos estancados, pero a grandes rasgos, sigue una parte del camino dejado por Bush.
Durante los cien primeros días de su presidencia, Obama insistió en la necesidad de escuchar a los aliados de Estados Unidos para luchar contra la crisis económica y enfrentarse a los desafíos de Afganistán, Irán, Medio Oriente y Corea del Norte. Obama decidió «recomenzar desde cero» las relaciones con Rusia y anunció el lanzamiento de negociaciones sobre una reducción de los arsenales nucleares de los dos países. Obama viajará a Moscú en julio. Durante sus viajes por Asia, Europa, Oriente Medio y América Latina, Obama y la jefa de su diplomacia, Hillary Clinton, reconocieron que EU había cometido errores y que no podía resolver solo los problemas del mundo.