Ven cerca primer humano clonado

Ven cerca primer humano clonado

TORONTO (Canadá),  (EFE).- Un informe redactado para la ONU alertó ayer que la comunidad internacional debe preparar el marco legal para el inminente nacimiento del primer ser humano clonado, a menos que haya una prohibición mundial sobre la materia.

El estudio, titulado «¿Es la clonación humana reproductiva inevitable? Opciones futuras para la ONU” y preparado por el Instituto de Estudios Avanzados (IAS) de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), señala que la comunidad internacional tiene dos opciones ante la clonación reproductiva.

“Por un lado, establecer una prohibición mundial sobre la clonación reproductiva o, por el otro, asegurar que los futuros clones tienen sus derechos protegidos”, afirmó en declaraciones a Efe Chamundeeswari Kuppuswamy, una de las autores del informe.

 Los científicos creen que la aparición del primer ser humano clonado es inminente ante los recientes avances tecnológicos y a pesar de la oposición prácticamente general de todos los países a la clonación reproductiva.

Kuppuswamy pone el ejemplo del investigador surcoreano Hwang Woo-suk, quien en 2004 y 2005 afirmó haber producido células madre de embriones humanos clonados.

Aunque posteriormente se supo que esta afirmación era falsa y fue procesado por fraude, al parecer Hwang ha vuelto a trabajar en el campo de la clonación humana desde Tailandia.

Mientras existe un rechazo general a la clonación reproductiva, hay gran división respecto a la clonación terapéutica, como quedó de manifiesto en el 2005, cuando la Asamblea General de la ONU no pudo llegar a un acuerdo para la redacción de una convención internacional sobre el tema.

La clonación reproductiva tiene como objetivo la creación de copias idénticas del individuo original. El caso más famoso es el de la oveja “Dolly”, una copia idéntica del animal original y creada a finales de los años 1990.

En cambio, la clonación terapéutica no pretende la creación de copias, sino el uso de la técnica de clonación para investigaciones médicas o científicas que pueden resultar en curas de enfermedades.

El fracaso de la convención se tradujo en la aprobación en marzo del 2005 -por 84 votos a favor, 34 en contra y 37 abstenciones- de la Declaración de la ONU sobre Clonación Humana, que no tiene carácter vinculante.

Kuppuswamy explicó que los 84 votos proceden de países que se opusieron a la clonación terapéutica, “en su mayor parte en base a cuestiones religiosas».

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