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MANAGUA (AFP) – Diversos sectores de Nicaragua recibieron con cautela la propuesta del presidente Enrique Bolaños de adelantar las elecciones nacionales de noviembre del 2006, mientras que en Washington la OEA advirtió el peligro de que la crisis se pronfundice.
Bolaños planteó el martes la posibilidad de adelantar las elecciones, con el fin de desmontar una crisis, provocada por graves enfrentamientos entre el Ejecutivo y el Congreso.
«Las propuestas se hacen en la mesa de diálogo (…) no queremos estar respondiendo a través de los medios, vamos a sentarnos sin condiciones para que las partes fijemos nuestras posiciones», manifestó la diputada Maria Dolores Alemán, del Partido Liberal Constitucionalista (PLC, derecha), que controla su padre el ex presidente Arnoldo Alemán.
El secretario nacional del PLC, Noel Ramírez, también invitó a Bolaños a regresar a un diálogo del que se retiró meses atrás, y en el que también participaba el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda), aliado del PLC frente al gobierno.
Este martes en Washington, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, advirtió del peligro de que la situación en Nicaragua se convierta en «una crisis bastante grave» si no supera el «problema profundo» que se encuentra detrás de «los acontecimientos de las últimas semanas»
«Sin perjuicio de ser importantes o graves los acontecimientos de las últimas semanas, hay detrás de ellos un problema mucho más profundo y mucho más complejo que, de no superarse bien, definitivamente puede provocar una crisis bastante grave en la convivencia nicaragüense y en el desarrollo de su proceso democrático», declaró.
En Managua, el dirigente sandinista Alvaro Baltodano puso en entredicho la buena voluntad del mandatario para adelantar los comicios y a la vez buscar reestructurar los poderes del Estado.
«Bolaños quiere decidir quiénes son los magistrados buenos y los malos, quiénes son miembros del Consejo Supremo Electoral (CSE) y quiénes no, quién puede ser garante y quien no», declaró Baltodano.
Bolaños propuso el lunes acortar su período presidencial y adelantar las elecciones de noviembre del próximo año, pero lo condicionó a la convocatoria de una Asamblea Constituyente que renueve a todos los poderes de Estado, como una solución al enfrentamiento que tiene con los poderes legislativo y judicial.
«Si llegase a ser necesario y beneficioso para el país (adelantar las elecciones) yo estoy dispuesto a que los electos en el 2001 dejemos nuestros cargos con anticipación y que se adelanten las elecciones nacionales», dijo Bolaños.
Las elecciones generales para elegir presidente y diputados a la Asamblea Nacional (congreso) y al Parlamento Centroamericano (parlacen) están previstas para noviembre del 2006.
Una modificación en el calendario de elecciones requiere de una reforma a la Constitución, la que se debe hacer en dos períodos legislativos.
El presidente de organismo de observación electoral Etica y Transparencia, Roberto Courtney, consideró en declaraciones a la prensa que, desde el punto de vista democrático, es típica la salida electoral a una crisis como la que hay en Nicaragua.
«Cuando un presidente pierde apoyo de la Asamblea Nacional (Congreso) prácticamente de inmediato se convoca a elecciones, porque si no tiene un parlamento detrás no es capaz de mover ninguna agenda, así es que no es extraordinario hacerlo», sostuvo Courney.
El analista político e historiador Aldo Díaz, señaló que la oferta de Bolaños es parte de los preámbulos de toda negociación pero que, una vez iniciado el diálogo, los planteamientos «dejarían de ser tan fuertes».
Según Díaz el planteamiento de Bolaños sería la respuesta a otra oferta similar del ex presidente Daniel Ortega lanzada durante la visita del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
