KABUL (AFP) – Los votos de las primeras elecciones presidenciales afganas fueron transportados este domingo a los centros de escrutinio, mientras los observadores locales consideraron que los comicios fueron «bastante democráticos», aunque pidieron una investigación independiente sobre las denuncias de fraude.

   Este domingo, la comisión afgana de derechos humanos pidió la implementación de mecanismos para estudiar las denuncias vinculadas con las elecciones y la realización de una investigación «justa y completa».

   El sábado, catorce candidatos habían pedido la anulación de las elecciones, manchada de irregularidades a su entender, pese a la entusiasta participación de los afganos.

   «La comisión electoral fracasó en la implementación de un procedimiento eficaz de administración de las denuncias», afirmó la comisión de derechos humanos en un comunicado.

   «La comisión de los derechos humanos exhorta a la comisión electoral, la misión de asistencia de Naciones Unidas en Afganistán y la comunidad internacional a implementar mecanismos apropiados y transparentes para estudiar las denuncias», continuó, antes de pedir una «investigación justa y completa sobre los fraudes electorales».

   Varios observadores y ciertos candidatos se preguntaban sobre la utilidad de confiar este tipo de investigación sobre las elecciones a la comisión encargada de organizarlas.

   Mientras tanto, en todo el país, helicópteros, asnos y autos comenzaron a transportar el precioso material electoral desde el sábado por la noche.

   La operación, juzgada complicada, ya costó la vida a tres policías y un miliciano pro-gubernamental que escoltaban un convoy, anunció el domingo por la noche el ministerio de Defensa afgano.

   El recuento de votos comenzará el lunes y durará de dos a tres semanas.

   En Kabul, el principal grupo de observadores del proceso, la Fundación Afgana para Elecciones Libres y Justas (FEFA, 2.300 observadores), consideró el domingo que las elecciones presidenciales se llevaron a cabo «en un ambiente bastante democrático».

   Esta organización, la única con observadores en todas las provincias, destacó una serie de violaciones a la ley electoral, pero no recibió informaciones sobre verdaderas «intimidaciones» a los electores, anunció su presidente, Said Niazi, en una conferencia de prensa.

   Según él, los partidarios de algunos candidatos hicieron campaña abiertamente en algunas mesas de votación y en otros casos los empleados electorales animaron a los electores a votar por algún postulante.

   La FEFA subrayó que el problema planteado por la tinta utilizada en algunas oficinas de voto para marcar el dedo de los electores y evitar votos múltiples fue «la principal causa de críticas».

   Tres de los 14 candidatos de oposición declararon a la AFP que estarían eventualmente dispuestos a aceptar las conclusiones de una comisión de investigación independiente.

   Por su parte, el presidente saliente dijo estar «decepcionado» por los problemas con la tinta y «apenado» por las declaraciones de sus opositores.

   «Era la eleccion del pueblo afgano. Era la primera vez en nuestra historia y, después de tanto sufrimiento, que millones de afganos fueron a las urnas», señaló Karzai.