PEDRO GERMOSÉN
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A juicio del reverendo Mario Serrano, director del Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo, la población dominicana atraviesa una especie de Triángulo Diabólico cuyos vértices son la pobreza, la debilidad institucional y la irresponsabilidad y falta de ética de la élite política.
El religioso significó que la pobreza es el mejor caldo de cultivo para el clientelismo, que consideró como uno de los males de la democracia.
Deploró que para captar votos haya políticos que se dediquen a repartir salamis, pollos, tarjetas y otros programas de asistencia social.
Indicó que el segundo vértice del Triángulo Diabólico es la debilidad institucional, que permite la impunidad en un estado en que los funcionarios públicos, en vez de cumplir con sus deberes, se dediquen al proselitismo.
Serrano dijo que también es deplorable que gente que estuvo en el Estado pretende hacer tales o cuáles reformas que cuando estuvieron en el gobierno no encaminaron.
El reverendo Serrano dijo que los políticos son responsables de la baja institucionalidad y la pobreza de la población, lo que sirve de caldo de cultivo para el clientelismo, la corrupción y la campaña electoral como negocio.