Ven EU mantiene fuerte apoyo a acciones Israel

Ven EU mantiene fuerte apoyo a acciones Israel

WASHINGTON (AFP) – La guerra que Israel libra desde hace más de diez días contra Hezbolá en territorio libanés, con el visto bueno de Washington, revela que el Estado hebreo cuenta como nunca antes con el firme apoyo del gobierno de Estados Unidos.

“Esta vez, el gobierno (de Washington) actúa como si hubiera una identidad de intereses entre Israel y Estados Unidos”, comentó MJ Rosenberg, analista de Israel Policy Forum.

“No recuerdo una situación así anteriormente”, añadió. “Creo que la visión del mundo de George W. Bush es idéntica a la de Israel (…). En un momento dado, Bush decidió que Israel tenía razón”.

Estados Unidos dio su apoyo incondicional al Estado hebreo desde el principio de su ofensiva en Líbano contra el movimiento chiita libanés Hezbolá y, en los territorios palestinos, contra el movimiento islámico Hamas. No sólo se negó a llamar a un cese al fuego, sino que vetó una resolución de la ONU que calificaba de “desproporcionada” la operación israelí en los Territorios palestinos, y aceleró la entrega de bombas a Israel.

Para Steven Cook, del Council on Foreign Relations, la situación actual es comparable al respaldo manifestado por Estados Unidos hacia Israel tanto durante la guerra de los Seis Días, en 1967, como durante la guerra del Yom Kippour, en 1973.

Según este experto, la convergencia de visiones entre Washington y el Estado hebreo se explica por numerosos intereses comunes, especialmente, por el deseo en neutralizar a Hezbolá, calificado como “el as” del terrorismo mundial por Richard Armitage, el secretario de Estado adjunto para Medio Oriente durante el primer mandato de George W. Bush.

“No se trata de una devoción ciega hacia el gobierno israelí. Hay razones válidas para esto”, agregó Cook.

Para la opinión pública estadounidense, el Hezbolá sigue siendo el grupo responsable del atentado de 1983 contra la sede general de los infantes de marina en Beirut, que provocó 241 muertes y la expulsión de Estados Unidos de Líbano.

Además, al igual que Israel, el gobierno estadounidense ve la mano de Irán y de Siria detrás del ataque del Hezbolá en la frontera israelí, que ocasionó la ofensiva israelí el 12 de julio.

La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, se volvió a negar el viernes a llamar a un alto el fuego en Líbano, considerando que un enfoque así pertenecía “al viejo” Medio Oriente e ignoraba lo que Washington considera como la “raíz” del problema: el apoyo de Siria e Irán al Hezbolá.

Pero algunos analistas advierten que un apoyo tan absoluto a Israel no contempla los intereses estratégicos de Estados Unidos en la región.

“Respaldar a Israel no significa que Estados Unidos no debería ser constantemente visible y agresivo en sus esfuerzos de paz”, escribió en un estudio estratégico Anthony Cordesman, del Center For Strategic and International Studies (CSIS).

La administración de Bush “desacredita el papel de mediador de Estados Unidos en el conflicto entre israelíes y árabes, por simple inacción y por inercia, lo que no ayuda ni a Israel ni a ninguno de los aliados de Estados Unidos en el mundo árabe y musulmán”, añadió Cordesman.

Dos investigadores estadounidenses desataron una tormenta en Estados Unidos hace algunos meses, al publicar un estudio en el cual consideraban exagerada la influencia del grupo de presión judío sobre la política estadounidense en Medio Oriente.

Según los expertos, esto forzaba a Washington a adoptar posiciones contrarias a los intereses estratégicos de Estados Unidos.

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