Ven falta humanidad a medicina

Ven falta humanidad a medicina

POR ALTAGRACIA ORTIZ G.
La deshumanización que toca a la sociedad, afecta en forma importante al sistema de salud dominicano, en el cual los médicos trabajan de prisa, el paciente es un número más y el contacto cercano entre ambos se hace cada vez más distante.

El tema constituye un problema que es reconocido por médicos y pacientes; mientras que los galenos tienen una explicación de la situación, los pacientes se quejan de que las clínicas y los hospitales se parecen cada vez más, en el sentido de que cobran mucho y por todo.

Durante un recorrido realizado ayer en diferentes hospitales por periodistas de HOY, pacientes que se atienden en esos centros confirmaron que son objeto de indelicadezas y desatenciones.

Un médico narró que envió un paciente a un hospital para que le practicaran una tomografía, y aunque el paciente estaba inconsciente, no le hicieron el estudio, porque no tenía los RD$1,400. Para los estudiosos del tema la inversión de valores que se registra en la sociedad también atraviesa a todo el sistema sanitario.

«Aquí si usted no tiene dinero no puede ver al médico, todo tiene un precio», sostiene Venecia Agramonte, una paciente de Los Toros, una comunidad rural de Azua. Vino a una consulta al hospital Luis Eduardo Aybar, donde lleva dos años viajando todas las semanas.

Sin embargo, para algunos médicos entrevistados por HOY, es el propio sistema el que hace que el médico se deshumanice.

«Nos pagan salarios de hambre, por esa razón tenemos que trabajar corriendo para cumplir con dos y tres empleos», dijo un especialista de uno de los hospitales del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS).

A juicio del especialista, cuyo nombre se omite por la complejidad del tema, la deshumanización tiene una explicación, los médicos quieren hacer algo, procedimientos y cirugía, pero no hay equipos, tecnología ni muchas posibilidades.

DESHUMANIZACIÓN

Los elementos más sobresalientes de la deshumanización son, el trato codificado, el paciente es un número más, lo atienden rápido, les suspenden las citas sin ninguna explicación o el médico deja de ir al hospital, sin que nadie se percate.

«Esto ya no parece un hospital, aquí y en una clínica privada todo es lo mismo y por otra parte los médicos lucen bastante desajustados en el trato que dan a una», dijo Basilia Martínez.

De su lado, Ramona Jiménez, una señora que vino al hospital Francisco Moscoso Puello, desde Pedernales, sostiene que los hospitales han bajado la calidad y que existe una especia de deshumanización generalizada.

Manifestó que antes los médicos atendían a la gente tuvieran o no dinero, pero ahora, dijo, el signo de peso es lo primero que llega a sus ojos.

Los problemas son más evidentes en los hospitales que concentran una mayor población, en Santo Domingo, el Francisco Moscoso Puello, Luis Eduardo Aybar, maternidades La Altagracia y San Lorenzo de Los Mina, el Robert Reid Cabral y el hospital Padre Billini.

En las provincias la situación es igual, la gente debe pagar por todos los servicios, por lo que se ha generalizado la experiencia de visitar médicos de los diferentes centros, a fin de buscar dónde es más barato.

Cada día el número de pacientes que llega a los periódicos en busca de un reportaje que sensibilice a los que tienen dinero o a las autoridades es mayor.

El Estado no tiene respuesta a las enfermedades catastróficas, por lo que cirugías de alto nivel, necesitan de instituciones benéficas o de jornadas para personas pobres.

La gente advierte que existe un proceso de deshumanización en los médicos y en todo el sistema de salud, que se preocupa más por los costos que por la rehabilitación del paciente. Algunos perciben que los directores de hospitales son más economistas que médicos.

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