Ven fracaso política antidrogas de EEUU

Ven fracaso política antidrogas de EEUU

LIMA (EFE).- La política antidrogas de EEUU ha fracasado en América Latina porque, después de gastar más de 40.000 millones de dólares en 25 años, los precios de la cocaína están en su nivel más bajo y la calidad ha mejorado, afirmaron hoy en Lima expertos. 

   La consultora de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Coletta Youngers, declaró a periodistas que el ejemplo más dramático del fracaso de la política de EEUU es Colombia, ya que de las 130.000 hectáreas de coca que se planeaban erradicar el año pasado no se redujo ninguna al finalizar el 2004.

   Como consecuencia de las acciones de erradicación en el sur de Colombia, «hoy se puede encontrar cultivos de hoja de coca en todo el país», en parcelas pequeñas cultivadas por campesinos, señaló Youngers durante la presentación de un informe sobre la lucha antidrogas en la región.

   El área cultivada con hoja de coca en la zona andina (Bolivia, Colombia y Perú) se mantiene en alrededor de 200.000 hectáreas, pero el rendimiento promedio de las hojas por hectárea ha aumentado a lo largo del tiempo.

   De acuerdo con el informe, cuando las autoridades estadounidenses anunciaron la reducción a 173.000 hectáreas de hoja de coca en 2003, la disminución representaba una caída de 5 por ciento con respecto a 1999.

   Según cifras de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de Estados Unidos, el precio por gramo puro de cocaína bajó a 50 dólares en 2003, una reducción de unos 20 dólares en relación con 2001.

   Las hojas de coca representan una fracción mínima del precio final minorista de la cocaína en Estados Unidos, agregó el documento.

   «Por menos de 1.000 dólares, los traficantes pueden adquirir la cantidad de hojas necesarias para la producción de un kilogramo de cocaína, el cual se vende a aproximadamente 150.000 dólares en EEUU», añadió.

   El representante de WOLA para la región andina y políticas antidrogas, John Walsh, declaró que la caída de los precios de la cocaína y heroína no tiene relación con que la demanda haya bajado, sino que la oferta de estupefacientes sigue siendo «robusta».

   «El consumo no ha bajado, mientras que los precios sí», indicó.

   Walsh citó cifras oficiales de Estados Unidos en los cuales se informa de que el consumo subió a 2,28 millones de residentes de ese país en 2003, en comparación con los 2,02 millones del año anterior.

   EL grueso del gasto anual de Estados Unidos en sus acciones contra el narcotráfico en el extranjero está dedicado al apoyo logístico, el entrenamiento de militares y policías y el uso de helicópteros y químicos para la fumigación de plantaciones.

   Sólo un monto mínimo es dirigido a los programas de desarrollo alternativo, que buscan reemplazar la coca por otros cultivos, y el apoyo a la justicia, agregó la fuente.

   En opinión de Walsh, la inercia burocrática y política de Estados Unidos le impide reconocer las fallas en su política antidrogas.

   Además, hay fuertes intereses políticos que reclaman cada año un incremento en los fondos destinados a esos planes, añadió.

   El panorama actual del narcotráfico en Latinoamérica revela un efecto de descentralización en las actividades de las bandas, pues ahora son grupos más pequeños, con estructuras horizontales, que aparecen y desaparecen según su conveniencia, manifestaron las fuentes.

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