Ven gestión de Bush traerá nueva guerra

Ven gestión de Bush traerá nueva guerra

POR LEONORA RAMÍREZ S.
El segundo mandato del presidente estadounidense George W. Bush traerá graves consecuencias a América Latina y al mundo, porque lo que plantea la política exterior de Estados Unidos es una variante de guerra civil internacional, consideró el politólogo José Antinoe Fiallo.

A su juicio, es preocupante la insistencia de ese país de imponer su modelo no importa que tenga que recurrir a presiones, chantajes, intervenciones y ocupaciones militares.

En el contexto latinoamericano destacó que cada día son más directas las amenazas a Cuba y Venezuela, países desafectos a Estados Unidos; el primero por ser comunista, y el segundo por enfrentar a la oligarquía en defensa de las clases menos pudientes.

«Pero la amenaza también se expande hacia todos los tipos de movimientos sociales y políticos que se desarrollan en el mundo, sobre todo en Latinoamérica, como el caso de Bolivia, de los movimientos indígenas y campesinos en el Ecuador, la insurgencia colombiana, y el movimiento Sin Tierra, en Brasil».

A raíz del atentado terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre del 2001, el gobierno norteamericano se define él mismo como un enemigo directo de todas esas posibilidades, amparándose en una doctrina antiterrorista, expresó.

«Cuando uno hace un balance de lo que pasa en Afganistán, Irak  y otros lugares, de la distribución de bases militares en diversos sitios del mundo, se constata que uno de los componentes importantes de la política exterior de Estados Unidos es el uso del terrorismo de Estado, entonces lo que se ratifica no anuncia cosas buenas.

«Si eso se combina con un potencial debilitamiento de los Estados Unidos, tanto en su economía y en su  capacidad para tratar de imponer ese modelo en el mundo, sin haber organizado un Estado supranacional, lo que se perfila es una guerra civil internacional».

En su discurso de toma de posesión, pronunciado el jueves pasado en Washington, ante miles de espectadores adeptos y contrarios a su política de gobierno, Bush prometió llevar la paz a los lugares más recónditos del mundo.

Los críticos del Presidente norteamericano cuestionaron que la fiesta, de tres días para celebrar su segundo mandato, costase US$40.0 millones, aunque esos fondos procedieran de donantes individuales como las empresas Ford Motors, Marathon Oil, la Asociación de Banqueros y la Asociación Nacional de Constructores.

Pero además, que se efectúe en momentos en que las tropas norteamericanas enfrentan los sangrientos ataques de los insurgentes de Iraq, país intervenido por Estados Unidos desde el 2003 con el propósito de desmantelar los laboratorios de armas químicas patrocinados por el depuesto Presidente Saddam Hussein, pero que nunca se hallaron. 

IZQUIERDAS LA

Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que la administración Bush tome represalias contra los países latinoamericanos cuyos presidentes provienen de la izquierda, como Inacio -Lula- da Silva en Brasil y Tabaré Vásquez en Uruguay, refirió que se debe tener cuidado con esa apreciación, porque en la práctica las agrupaciones que los llevaron al poder son políticamente centristas.

«De manera práctica no se puede decir que los gobiernos de Lula y de Tabaré Alvarez son de izquierda, porque son gobiernos que se han construido a través de un proceso, y son polticamente centristas, maniatados por herencias de políticas neoliberales».

Sin embargo, reconoció que lo más importante es que en Latinoamérica está surgiendo una izquierda nueva, y en la República Dominicana se debe reflexionar sobre eso porque aquí no hay manifestaciones claras de ese proceso.

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