POR GERMAN MARTE
Los transportistas Juan Hubieres, Antonio Marte y Ramón Pérez Figuereo afirmaron ayer que si aumentan los precios de los combustibles inevitablemente subirán los precios de los pasajes.

De acuerdo con los presidentes de la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (FENATRANO), la Central Nacional de Organizaciones del Transporte (CONATRA) y Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU) los choferes no tienen otra alternativa que acogerse a lo que decida el gobierno, pero advirtieron que es imposible que sus miembros puedan asumir nuevas alzas en los carburantes sin transferirla a los usuarios.

«Si hay aumento de combustibles no hay nada, ni nadie que pueda parar los aumentos de los pasajes», expresó Marte, quien dijo que los transportistas están preocupados ante los aumentos de los combustibles, ya que están conscientes de que los pasajeros no soportan más aumentos.

Mientras que Hubieres, presidente de Fenatrano, indicó que por cada RD$15 que aumente el precio del galón de gasolina o gasoil el pasaje aumentará RD$2, tal como estipula un acuerdo firmado con la Oficina Técnica de Transporte Terrestre, o sea, dijo, «si suben RD$30 el galón de combustible, eso significa un aumento automático de RD$4 en el transporte urbano, en el sector privado, aún manteniendo nosotros un déficit de RD$7».

Asimismo, consideró las demás medidas anunciadas por el gobierno son «muy importantes, pero unilaterales» porque no toman en cuenta las opiniones de los sectores que inciden en el transporte.

Dijo que la decisión de impedir la circulación de un parte de los vehículos privados durante un día es una medida importante y que el gobierno no ha quiso ir más allá para no alarmar a un clase (media) que hace mucho ruido, «pero lo que se estila en momentos de crisis es que se paren interdiario, como deben pararse también los carros de concho. Lo correcto sería que se pararan todos los vehículos, sobre todo los pequeños de uso familiar e individuales» y usarlos sólo en caso de emergencia.

Sin embargo, observó que el gobierno no tiene la capacidad de imponer que de cien mil carros que hay en el país se paren un mismo día 50 mil unidades, porque no tiene la cantidad de policías para imponerlo, ni los dominicanos tienen la conciencia de que si en una casa hay cinco carros se deben parar tres.

De su lado, Antonio Marte dijo que los afiliados a Conatra acogerán la decisión que adopte el gobierno para reducir el consumo de combustibles.

Empero, manifestó que el gobierno debe consultar con los diferentes sectores que intervienen en el negocio del transporte.

Consideró que los combustibles deberían tener un precio preferencial para los vehículos del transporte público y otro para los carros privados que pueden pagar más.

Dijo que si el gobierno es «más tolerante» con el aumento de los combustibles, no sería necesario aumentar los pasajes.

Entretanto, Pérez Figuereo opinó que el gobierno no puede seguir dando «palos a ciegas» y afirmó que la medida de prohibir la circulación de los vehículos los miércoles a un grupo y los jueves a otro es desacertada porque afectará a un gran número de personas que sólo tienen un carro para transportarse a sus centros de trabajo o llevar a sus hijos a la escuela.

Con «parches» como ese, añadió el sindicalista, no se resuelve el problema, y se preguntó si el plan de ahorro incluye que los funcionarios del gobierno van a dejar las yipetas guardadas los fines de semana.

Advirtió que las medidas impuestas nunca tienen los resultados esperados.

TRANSPORTE COLECTIVO

Marte y Hubieres aseguraron que el transporte colectivo está en capacidad de suplir la demanda de asientos en caso de que se restrinja la circulación de vehículos un día a la semana.

«El problema del país, sobre todo en al capital, no es el déficit de asientos, sino gerencial, de mal trato a los usuarios», expresó Hubieres, tras señalar que los choferes no terminan de comprender que los usuarios son «clientes» y que deberían ser tratados como tales.

Dijo que más que déficit en el país hay una sobre oferta de asientos, que se incrementó a raíz del Plan Renove.

Marte y Hubieres coincidieron en que el número de guaguas del transporte público, incluyendo las unidades de la OMSA, serían suficientes para brindar el servicio a la ciudadanía.

En cambio, Pérez Figuereo afirmó que el transporte público no tiene capacidad para atender un alza en la demanda de asientos, por lo que en su opinión la medida va a generar un «caos» en la ciudad.

«La gente va andar desesperada buscando un asiento para trasladarse, va a llegar tarde a sus centros de trabajo», porque el gobierno va a crear un déficit de asientos que afectará a la ciudadanía.

Consideró difícil que se puede aplicar la medida anunciada por el gobierno, porque afectaría a miles de personas.