Nueva York
EFE
Los abusos persisten en los sistemas de justicia de buena parte de América Latina, denunció ayer la organización Human Rights Watch (HRW), que también criticó la ausencia de cambios en la política de represión de Cuba a sus disidentes.
En Colombia siguen produciéndose generalizadas violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas irregulares que protagonizan el conflicto interno de ese país, criticó HRW en un informe de 568 páginas difundido ayer en Nueva York.
En Argentina, según esa organización, los presos viven en condiciones deplorables en sus atestadas prisiones, donde son víctimas de sus compañeros de presidio y de los guardias.
Condiciones similares se registran, según el documento, en cárceles de Brasil, Cuba, Haití, México y Venezuela.
Solamente en este último país, el Observatorio Venezolano de Prisiones informó de 370 muertes violentas y 781 agresiones no mortales ocurridas dentro de los centros penitenciarios.
Con un índice de homicidios de 20 por cada 1.000 presos, la posibilidad de una muerte violenta es mayor dentro que fuera de los muros de la prisión, apuntó la agrupación defensora de los derechos humanos.
A los problemas carcelarios se unen las prácticas abusivas de las fuerzas policiales de numerosos países del continente, particularmente Brasil.
HRW considera que la violencia policial y la criminalidad es la principal amenaza a los derechos de los brasileños, que ven cómo cada año mueren asesinados 50.000 de sus compatriotas.
Los barrios pobres metropolitanos (favelas) están plagados de una violencia generalizada perpetrada por criminales de guerra, policías abusivos y, en el caso de Río de Janeiro, milicias vinculadas con la policía, aseguró el documento. La organización con sede en Nueva York señaló que Cuba sigue siendo el único país de Latinoamérica donde se reprime casi toda forma de disidencia política».
El traspaso interino del poder del presidente Fidel Castro a su hermano Raúl en 2006 no ha redundado en cambios políticos significativos, apuntó HRW.
El Gobierno sigue obligando a la conformidad política mediante el uso de procesos criminales, detenciones, acosos públicos, advertencias policiales, vigilancia, arrestos, restricciones de viaje y despidos por motivos políticos, agregó.
La organización destacó que en países como Guatemala los responsables de violaciones d gozan de impunidad, gracias a unas instituciones de seguridad débiles y corruptas que han sido incapaces de contener a las poderosas organizaciones de criminales».
EU con su democracia favorita
NUEVA YORKA. AFP- Estados Unidos y Europa toleran cada vez más por conveniencia política que «autócratas posen como demócratas» al frente de países como Pakistán, Nigeria o Rusia donde se violan los derechos humanos, denunció Human Rights Watch (HRW).
«Hoy en día, es muy fácil para los autócratas salirse con la suya montando un simulacro de democracia», dijo Kenneth Roth, director ejecutivo de HRW en el informe mundial anual del organismo de defensa de derechos humanos.
Según Roth, «Washington y los gobiernos europeos aceptan la elección más dudosa siempre y cuando el ganador sea un aliado estratégico o comercial».
Por otra parte, Estados Unidos y Europa volvieron más difícil exigir el respeto de los derechos humanos en el mundo porque los violan en la lucha contra el terrorismo y los gobiernos autocráticos se aprovechan de ello.
En particular, señala los abusos de Estados Unidos en la «guerra contra el terrorismo», con 275 detenidos sin inculpación en su base naval de Guantánamo (Cuba), el recurso a cárceles clandestinas en el exterior y la justificación de la tortura por el gobierno.
En Pakistán, denuncia HRW, el presidente Pervez Musharraf, aliado estratégico de Washington, alteró el juego electoral reescribiendo la Constitución y deshaciéndose de una justicia independiente.
Sin embargo, Estados Unidos y Gran Bretaña se negaron a condicionar la asistencia a Pakistán.