POR LEONORA RAMÍREZ S.
La propuesta del exgeneral Pedro de Jesús Candelier no tiene ningún sentido para la democracia dominicana porque carece de contenido, pues lo único que ofrece es mano dura y este país no necesita autoritarismo, sino el fortalecimiento de las instituciones y la transparencia de las funciones públicas, dijo el politólogo Pedro Catrain, al cuestionar su deseo de alcanzar la Presidencia.

En términos similares se expresó el sociólogo Ramón Tejada Holguín, quien resaltó que Candelier tiene limitantes porque es un hombre formado en la acción, en la visión autoritaria de la sociedad, «por lo que no estoy seguro que una candidatura suya prenda en la sociedad, aunque de todas formas es muy prematuro dar un veredicto».

Durante un discurso pronunciado el 14 de septiembre del 2005, por el programa «Con Freddy y Punto», Candelier expresó que distintos sectores sociales le han propuesto que presente una candidatura para las elecciones presidenciales del 2008, al mismo tiempo criticó la política económica del gobierno, y ofreció enfrentar con mano dura la delincuencia si llegase al poder.

«La población cree que yo soy el hombre que hace falta para enderezar el país», planteó quien fuera jefe de la Policía de 1999 al 2002, período en el cual Amnistía Internacional cuantificó que murieron alrededor de 500 personas en intercambios de disparos con miembros de esa institución.

El exmilitar, quien consideró que para detener el fracaso del sistema político hay que darle a la sociedad el derecho de exigirle a sus dirigentes el cumplimiento de la Ley, también dirigió la Dirección Nacional de Foresta en 1992, la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) en el 2002, y en septiembre del 2004 el Presidente Leonel Fernández lo puso en retiro.

Al considerar que es un espejismo la pretensión de Candelier, Catrain explicó que él trata de reproducir la visión militarista como un estilo que podría resolver las crisis políticas, pero de una manera vertical y autoritaria que en América Latina no ha resuelto nada.

Sin embargo, destacó que como cualquier otro ciudadano, él tiene el derecho a aspirar a la presidencia, pero su propuesta se corresponde con una opinión antipartidos políticos que comienza ha crecer en el país, y que ya ha tenido expresiones en Venezuela, con el Presidente Hugo Chávez, y en Brasil, con el expresidente Fernando Colhor de Melo.

«Pero ya estamos cansados de salvadores que vienen a resolver los problemas de la República Dominicana con un estilo autoritario, acabamos de pasar de un gobierno autoritario encabezado por el expresidente Hipólito Mejía, quien se vendía a sí mismo como el gran macho dominicano, y vimos lo catastrófico de ese gobierno autoritario que rompió los límites éticos de la sociedad dominicana», manifestó.

APROVECHANDO EL DESCONTENTO

El escenario en que entra en juego Candelier está caracterizado por entidades políticas que no responden a las expectativas ciudadanas, porque son grupos comerciales que defienden intereses particulares, y que propician movilidad social y económica rápidas, de acuerdo con Catrain.

En ese contexto, Tejada Holguín destacó que el exgeneral se quiere montar en un descontento que se ve venir sobre el partidismo dominicano, pero a pesar de esto hay que admitir que a la hora de votar la gente lo hace por las candidaturas dentro de los partidos tradicionales.

No es tan fácil decir que tiene o no posibilidades, eso va a depender de muchos factores, es claro que se está erosionando el poder que tienen los partidos, pero no al punto de que una candidatura de esa naturaleza pueda prender, dijo el sociólogo.

«Candelier siempre va a tener el obstáculo de que es visto como un hombre de mano dura, de hecho, se puede citar aquel epíteto que el expresidente Joaquín Balaguer le dijo para piropearlo, pero que en política puede sonar muy duro, de que es un ser primitivo; además, tiene de frente la forma represiva en que se manejó en la Policía.

«Pero además, no podría repetir la experiencia de militares que se han metido en política con el apoyo de sus colegas, porque tampoco tuvo grandes apoyos dentro de sus compañeros de armas, por eso sus posibilidades son muy limitadas».

Al considerar que una mayoría de los dominicanos no se sienten representados por él destacó que lo que se requiere en el país es un liderazgo que tenga una apuesta por mayores niveles de democracia, y un respuesta hacia los problemas de pobreza desde esa perspectiva, no un liderazgo de esa naturaleza que lo que ha hecho es manejarse de manera autoritaria.