POR JOSE ALFREDO E.
SANTIAGO.- Un sacerdote y dos dirigentes feministas de esta ciudad condenaron ayer las indagatorias que realiza la Junta Central Electoral (JCE) para determinar la nacionalidad de la activista por los derechos de los haitianos en el país, Sonia Pierre, y afirmaron que en ese caso hay racismo y actitud de doble moral del tribunal electoral.

El padre jesuita Regino Martínez, del Movimiento Solidaridad Fronteriza, la abogada Susi Pola, del Movimiento Vida sin Violencia y Manuela Vargas coordinadora del Núcleo de Apoyo a la Mujer, coincidieron en que es condenable que se esté haciendo ese cuestionamiento sobre el estatus de la activista por los derechos de Sonia Pierre.

“Me parece que con todo este proceso que las autoridades están haciendo con Sonia Pierre, los dominicanos que son negros se deben poner en remojo. Lo que se le hace a Sonia va contra  todos los negros dominicanos del país”, afirmó el sacerdote Regino Martínez.

A juicio del religioso, la actitud de la JCE demuestra el racismo, la rabia y la xenofobia que hay en contra de la persona de color negro.

 “El problema no es en contra de Sonia, ni los haitianos, sino en contra del negro. Pero el derecho lo define la Constitución de la República”, explicó.

Martínez consideró que el Estado no tiene sentido humano ni constitucional cuando permite que los haitianos entren al país a trabajar durante 10, 15 y 30 años y luego les digan que no son de aquí.

De su lado, la coordinadora del Movimiento Vida sin Violencia, Susi Pola, afirmó que la Junta Central Electoral no tiene moral cuando cuestiona la nacionalidad de Sonia Pierre, al señalar que si le exige la nacionalidad a esta activista también debería hacerlo con todos los haitianos que están en el país desde hace 50 años atrás.

“Esta mujer responde al interés de la comunidad donde vive, y en esa comunidad son dominicanos de origen haitiano y punto. Sonia  defiende esa comunidad, que estemos de acuerdo o no eso no viene al caso”, agregó.

Advirtió que si la Junta Central Electoral va a quitar la nacionalidad porque alguien hable mal o ataque la patria, “entonces aquí hay muchos legisladores que deben quitarle su nacionalidad. Lo que ocurre que aquí hay doble moral”.

“Tenemos diputados que se pueden llamar dominico-árabe y españoles,  pero si es porque una persona debe perder su nacionalidad porque habla mal de la patria aquí hay mucho que son falsos patriotas”, reiteró Pola.

En cambio, la coordinadora del Núcleo de Apoyo a la Mujer, Manuela Vargas, dijo que la acción que se comete contra la señora  Pierre, indica que se está ante la presencia ante una nacionalidad dominicana racista que discrimina a todos los de piel negra.

“Da pena que en nuestro país en pleno siglo 21 ocurran este tipo de casos. Sonia se ha dedicado a defender los derechos haitianos y de dominicanos”, señaló Vargas.

Para la dirigente feminista de esta ciudad, en el país hay muchos dominicanos y dominicanas que tienen un alto índice de racismo, y que pese a que la mayoría lo niega el problema es evidente en los lugares de trabajo donde hay haitianos.