Ven tímida reacción ante amenaza de textiles chinos

Ven tímida reacción ante amenaza de textiles chinos

POR MARIO MENDEZ
En círculos económicos hay preocupación sobre la tímida reacción de la República Dominicana frente a la amenaza que representa para las exportaciones textiles del país la entrada al mercado norteamericano libre de cuotas, a partir de enero del 2005, de las prendas de vestir producida en China y otros países asiáticos.

Se explicó que «mientras en los países centroamericanos competidores de la República Dominicana en el mercado estadounidense se ha generado un gran movimiento en el sector privado y el gobierno frente a esta amenaza, en la República Dominicana la acción de estos sectores para mitigar los efectos del desmonte del Acuerdo Multifibras es prácticamente imperceptible».

«Aquí la discusión se ha limitado a las negociaciones para la firma del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, pero no se ha hecho énfasis en la ejecución de un plan para elevar los niveles de competitividad del sector dominicano exportador de textiles, a fin de que pueda competir con los productos asiáticos que entrarán masivamente al mercado norteamericano», se agregó.

Esto ocurre a pesar de que cifras oficiales revelan el enorme crecimiento que están teniendo en el mercado de los Estados Unidos las exportaciones de textiles de nuevos competidores de Centroamérica y de Asia, mientras que las exportaciones de la República Dominicana a ese mercado, que ha sido el principal destino de las exportaciones de las zonas francas dominicanas, se mantienen estancadas.

Esta situación representa un desafío para la República Dominicana, que ha dependido principalmente de las zonas francas, el turismo y las remesas como fuentes generadoras de divisas para financiar sus pagos en dólares.

De acuerdo a las cifras oficiales, las exportaciones dominicanas de prendas de vestir a Estados Unidos se mantienen prácticamente estancadas desde al año 1997, cuando se exportaron ese concepto 2,215.9 millones de dólares.

En el año 1993, las exportaciones dominicanas de prendas de vestir a los Estados Unidos bajaron a 2,124 millones de dólares en el 2003, tras producirse un descenso en ese año de 1.8 por ciento.

En cambio, las exportaciones de prendas de vestir a los Estados Unidos de países centroamericanos como Guatemala, Honduras y El Salvador han venido creciendo de manera sostenida.

Por ejemplo, Guatemala, que exportó 962.1 millones de dólares en prendas de vestir al mercado de los Estados Unidos en el 1997, incrementó sus exportaciones a 1,761.2 millones de dólares en el 2003.

Igualmente, las exportaciones de prendas de vestir al mercado norteamericano de El Salvador pasaron de 1,052.1 millones de dólares en el 1997 a 1,720.2 millones de dólares en el 2003.

En caso de Honduras, sus exportaciones de prendas de vestir a ese mercado subieron de 1,659 millones de dólares en el 1997 a 2,503 millones de dólares en el 2003.

En lo que respecta a los países asiáticos, las exportaciones de prendas de vestir de China al mercado de los Estados Unidos subieron de 4,487.9 millones de dólares en el 1997 a 7,257.6 millones de dólares en el 2003.

Hay quienes estiman que, después del 2005, China podría acaparar hasta un 75 por ciento del mercado de confecciones estadounidense.

Además, llama a la atención el caso de Vietnam, que todavía en el 2000 no exportaba prendas de vestir a los Estados Unidos, pero que exportó 47.9 millones de dólares en el 2001 para subir a 2,374.7 millones de dólares en el 2003.

Estos cambios se sentirán con más fuerza a partir del 2005, con el desmonte del acuerdo Multifibras que elimina el sistema de cuotas establecidos en los Estados Unidos para la entrada a ese mercado de las exportaciones de los países asiáticos.

A pesar de que países centroamericanos que compiten con la República Dominicana están exhibiendo mayores niveles de crecimiento que nuestro país en sus exportaciones textiles a los Estados Unidos, «están tomando más en serio la amenaza de competencia asiática».

En los países centroamericanos los actores del sector privado y del gobierno ligados al sector textil, han estado advirtiendo con insistencia en los últimos meses los peligros que representa la competencia China para sus exportaciones.

En una publicación en uno de los periódicos de El Salvador por Pablo Balcáceres, se advierte que «los seis mil empleos que se han perdido este año por la pujanza de la industria textil China han sido apenas un tímido anuncio de lo que ocurrirá desde enero del 2005».

«La falta de preparación del sector textil para enfrentar la incursión sin restricciones de la confección asiática, dejará un saldo aún más preocupante: la pérdida de 30 mil empleos directos», advirtió el secretario ejecutivo del Consejo Centroamericano y del Caribe de la Confección y Textiles (Cactac), Alfredo Milián.

El experto explicó que si bien los industriales y el gobierno están corriendo para elaborar un plan de reconversión para el sector, este tardaría hasta tres años en aplicarse, por lo cual consideró que el impacto negativo para el 2005 «es inevitable».

La pregunta, entonces, es: ¿si eso es válido para El Salvador, donde las exportaciones están creciendo, contrario al estancamiento que exhiben las dominicanas y donde «los industriales y el gobierno están corriendo para elaborar un plan de reconversión para el sector», qué ocurrirá en el caso de la República Dominicana cuando a partir de enero entren libre de cuotas al mercado norteamericano las exportaciones asiáticas de textiles?

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