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POR SANTIAGO GONZALEZ
SANTIAGO.- La inmigración ilegal de haitianos sin documentos a la República Dominicana obedece a un tráfico que enriquece a militares y empresarios, afirmó el movimiento Solidaridad Fronteriza, que trabaja en nombre de la Iglesia Católica a favor de los migrantes.
No es la Iglesia Católica ni las Organizaciones No Gubernamentales que traen a esos inmigrantes haitianos al país, como algunos han querido decir muchas veces, sostuvo el sacerdote José Rafael Núñez (Chepe), director del Servicio Jesuita de Religiosos y Migrantes.
Sostuvo que es a los integrantes de las redes de traficantes a los que hay que controlar y que las integran empresarios, militares y campesinos.
Advirtió que tampoco serán las deportaciones indiscriminadas y violatorias de los derechos humanos y el endurecimiento de las leyes migratorias las que van a detener la migración ilegal de haitianos.
El religioso sostuvo que detrás de este tráfico hay una alta renta, porque hace posible la explotación despiadada de los migrantes.
Manifestó que entidades que trabajan con los dominicanos en Estados Unidos e interceden por sus derechos como trabajadores migrantes, las cuales visitó recientemente, lamentan constantemente el trato que el gobierno dominicano y la Suprema Corte de Justicia les dan a los migrantes haitianos y sus descendientes.
Núñez consideró penoso que en el exterior nos hemos ganado la fama de ser un Estado violatorio de los derechos de las personas migrantes, de artículos de las convenciones internacionales de las cuales somos signatarios, incluso, pasamos por encima a nuestra Carta Magna.
En un documento que publica en su página de la Internet el Movimiento católico Solidaridad Fronteriza, también opina que cuanto más se endurecen las leyes migratorias más se organizan las redes de tráfico de personas y pone como ejemplo que en 2002 la renta de la red de tráfico de personas a nivel mundial dejó un beneficio por más de US$75,000 millones.
Favoreció que se celebren reuniones y se discuta cómo enfrentar mejor esta situación, para que se humanice este proceso migratorio y se regularice este fenómeno.
