¡Ven y lo verás!

¡Ven y lo verás!

POR LEONOR ASILIS
Estamos en la Semana Santa. La semana por excelencia, la que celebra la Iglesia el misterio santo de nuestra Salvación. Vale la pena preguntarnos hasta qué punto en nuestro interior reflexionamos, y  vivimos el significado profundo de lo que nuestro Señor y Salvador Jesucristo padeció por nosotros para nuestras conversiones y cambio de vida.

Sin embargo, la gran noticia es que resucitó y está entre nosotros, actuando día a día, transformando para bien nuestras vidas.

Repito con el  título del libro del tan querido y recordado Padre Emiliano Tardif: “¡Jesús está vivo!”, donde se encuentran consignados testimonios de su misericordia con múltiples signos visibles de su presencia.

También hoy, la comunidad a la que pertenecía: Comunidad de Siervos de Cristo Vivo, nos invita a conocer y disfrutar las maravillas de nuestro Señor Jesucristo.

Nos hacemos eco de las palabras dichas por  Felipe a Natanael: ¡Ven y lo verás!  Esta es nuestra cita, nadie está excluido, todos estamos invitados. Se trata de un Retiro de Semana Santa y misa de Sanación los días lunes 10, martes 11 y miércoles 12 de este mes, desde las 6:00 de la tarde a las 9:00 de la noche, en el Polideportivo del Colegio Loyola, en Santo Domingo, en la Avenida Abraham Lincoln, casi esquina Malecón.

Sin embargo, las personas que por diversas causas no puedan asistir precisamente a este retiro, pueden investigar en sus parroquias, ya que para estas fechas siempre hacen celebraciones especiales que ayuden a encontrarnos con el Rey de Reyes, Señor de Señores. Además, no nos olvidemos que el Señor está siempre en nuestros corazones y que basta que le busquemos con sinceridad de corazón, y Él llenará nuestras vidas.

Que en esta Semana Santa, en el año que la Iglesia celebra con especial atención la misericordia de Dios nuestro Padre, todos los dominicanos nos reconciliemos con Él y nos aprovechemos de las abundantes gracias que Él derrama y no nos dejemos llevar por las corrientes frívolas, vacías y pasajeras que el mundo nos presenta, queriendo privarnos de la felicidad verdadera y siempre eterna.

Digo con el Padre Pío estas palabras, cito: “Dios nos ama, y mucho.  Corresponder a su amor es nuestro compromiso”.

Para finalizar, transcribimos una breve exhortación a vivir santamente estos días con la descripción cronológica de los últimos días de Jesús sobre la tierra tomada de la web: www.bienaventuranzas.net.

Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.

Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.

La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.

Domingo de Ramos:

Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y participamos en la misa.

Jueves Santo:

Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicio. En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su cuerpo y su sangre. Es el jueves santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al terminar la última cena, Jesús se fue a orar, al Huerto de los Olivos. Ahí pasó toda la noche y después de mucho tiempo de oración, llegaron a aprehenderlo.

Viernes Santo:

Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Vía Crucis solemne y con la ceremonia de la Adoración de la Cruz.

Sábado Santo o Sábado de Gloria:

Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo una vigilia pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “ la tarde y noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se acostumbra bendecir el agua y encender las velas en señal de la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de los católicos.

Domingo de Resurrección  o Domingo de Pascua:

Es el día más importante y más alegre para todos nosotros,  ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.

Leonor.asilis@verizon.net.do

Publicaciones Relacionadas

Más leídas