Hoy 
BAGDAD (AP) _ El plazo establecido por los secuestradores que amenazan con matar a la periodista estadounidense Jill Carroll venció ayer sin que se sepa qué le ha ocurrido. Los captores habían amenazado con asesinar a Carroll a menos que todas las detenidas iraquíes fueran liberadas.
Los negociadores estadounidenses continuaban trabajando las 24 horas en un esfuerzo por alcanzar la liberación de Carroll, mientras musulmanes de distintos lugares del planeta _desde Bagdad hasta París_ instaban a los milicianos a liberar a la joven de 28 años y a terminar con la ola de secuestros en Irán.
Los secuestradores difundieron su amenaza en un vídeo enviado al canal de televisión Al-Yazira el martes. La cadena dijo que los captores fijaron un plazo de 72 horas para que fueran cumplidas sus demandas. Hasta la medianoche del viernes en Bagdad, no hubo una declaración de los captores ni indicios de que las detenidas o Carroll hubiesen sido liberadas.
Desde que las fuerzas extranjeras invadieron Irak en el 2003, más de 240 extranjeros han sido secuestrados.
Carroll, de 28 años, trabajaba como periodista independiente para el diario The Christian Science Monitor cuando la secuestraron el 7 de enero cerca de la oficina del político suní Adnan al-Dulaimi. Su intérprete fue asesinado. El político suní al que iba a entrevistar cuando fue tomada como rehén pidió su liberación y demandó que las fuerzas estadounidenses dejen de detener a mujeres iraquíes.
«Este hecho me ha lastimado y me pone triste porque la periodista trataba de reunirse conmigo cuando fue secuestrada, declaró Adnan al-Dulaimi el viernes. «Pido a los secuestradores que inmediatamente liberen a esta periodista que llegó a aquí para cubrir las noticias de Irak y defender nuestros derechos.
El vídeo con la amenaza fue enviado en nombre de un grupo desconocido autodenominado «Brigada de la Venganza.
Se refería a un plazo de 72 horas, pero no aportó una hora específica de ejecución.
El ejército estadounidense confirmó el viernes que mantenía presas a nueve mujeres iraquíes, bajo sospechas de que participaron en actividades relacionadas con el terrorismo.
Por otra parte, en un comunicado del viernes divulgado por dos importantes cadenas de televisión árabe, el padre de Carroll, Jim, señaló que su hija era «inocente y expresó a los secuestradores que perdonarle la vida «servirá mucho más a su causa que su muerte.
Un funcionario de la embajada de Estados Unidos, que habló bajo condición de anonimato, dijo que no tenía conocimiento de que hubiera contactos entre los secuestradores y una comitiva de alto nivel.
