En procura de preservar su trabajo, más de 350 empleados de los senadores perdedores del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) se abrazan a la posibilidad de un traslado a otras oficinas o a la protección de un “enllave” o funcionario amigo, ya que, al no ganar ni una senaduría, perdieron incluso hasta la sede de su  bloque político.

Las oficinas de las diferentes bancadas operan en el Senado como “embajadas”, donde buscan resguardo los que van a ser cancelados cuando los cambios electorales les son adversos.

En esta coyuntura, los servidores de las oficinas que los senadores perredeístas tienen en el Senado y las provincias quedan ahora a merced de lo que dispongan los nuevos titulares que, como se sabe, ya solicitaron las nóminas para colocar a sus parciales tan pronto se juramenten el 16 de agosto.

Aunque el partido blanco hubiera ganado una senaduría, con lo que preservaba su bloque, esta “embajada” no habría podido acoger al grueso de los servidores que perderán sus empleos por las sustituciones que harán los nuevos miembros del Senado.

También del PLD

En una situación parecida están incluso los servidores de las oficinas de los cinco senadores del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que no terciaron en los comicios y serán suplantados por los candidatos del mismo partido que ganaron, ya que éstos también tienen sus equipos de trabajo, los cuales  se proponen emplear en sus oficinas.

Víctimas

En medio de la zozobra y  preocupaciones que les genera la inestabilidad hogareña a causa de la cancelación que prevén,  los servidores de los senadores del PRD ponen de relieve, en conversaciones fuera de récord, que no son más que víctimas del clientelismo político.

Muchos de ellos  hacen saber que trabajan no para hacer proselitismo ni vida partidaria, sino para agenciarse mediante su capacidad los recursos con qué atender sus familias, las cuales se ven ahora en la incertidumbre por la falta de institucionalidad en la política de empleo del Estado dominicano.

Zoom

 “¡Ay de los vencidos!”

Cuando los galos arrasaron a Roma, en el año 390 AC, el jefe Breno hizo esta exclamación luego de que los romanos protestaran la entrega de mil libras de oro a los vencedores porque la balanza estaba trucada. Breno los obligó a que también pagaran en oro el peso de su espada.

Referente

Se aplica  la expresión citada porque los derrotados siempre quedan a merced de los vencedores.