Asegura las ventas han tenido una baja de un 80%
La incidencia del COVID-19 en la República Dominica ha afectado los diferentes sectores sociales y económicos de una manera nunca antes vista en la historia. En ese sentido, uno de los que han sufrido mayores consecuencias es el sector informal, ya que personas que se sustenta ellos y sus familias a través del día a día tuvieron que permanecer largos meses encerrados en sus casas.
Tal es el caso del señor Isaías Castro Guzmán, un vendedor informal de vegetal, tubérculos, hortalizas, legumbres y otros productos alimenticios, en la avenida Duarte con Paris.
“Tuve que perder la vergüenza porque era la única opción para sustentar la familia que es lo más importante”, fue una de las expresiones de Isaías.
El comerciante informal narra que para sustentar a su familia durante esos meses tuvo que recibir hasta cien pesos de parte de sus amigos y finalmente salir a la calle a vender mascarillas.
“Yo me vi que me regalaban cien pesos”, dijo el señor de 50 años al aseverar que fueron meses muy difíciles para él y su familia.
Un poco acongojado explicó que un día un amigo le dijo: «tenga esas tres mascarillas salga a venderlas, y con esas tres mascarillas fue que yo arranque y me buscaba la comida con la venta de mascarillas. Me sentía lleno de vergüenza por la situación, pero tuve que perderla porque de ahí era que salía la comida para mi familia», expresó.
Isaías es padre de cuatro hijos, entre ellos dos menores de edad y está casado. Sin embargo, al preguntarle por su familia, su respuesta fue “tengo casi dos meses de que no los vemos”.
No ve a su familia con frecuencia porque tomó la decisión de mandarla a vivir para el interior del país, en busca de que la vida sea menos cara. Aunque la visita de manera esporádica, se le dificulta ausentase en su negocio por la situación y la falta de empleados.
“Yo he tenido que botar la familia, uno no visita casi la familia, porque lo que tú consigues no puedes desviarlo por parte sino para la comida de la casa”, apuntó.
Ya nada es igual
Castro Guzmán, quien además funge como vicepresidente de la Asociación de Buhoneros Avenida Paris (ASOBUPA), tras seis largos meses, en septiembre regresó a su establecimiento comercial cargado de esperanzas, sin embargo, ya nada era igual.
Al retornar a su punto de comercialización en la avenida Paris, Isaías se encontró con la triste realidad de que de las ventas habían sufrido una enorme baja.
“Luego de regresar en septiembre las ventas han sido casi nula, uno está aquí es sobreviviendo”, enfatizó esperanzado de que con la llegada de la vacuna la situación pueda mejorar en los próximos meses.
Castro Guzmán asegura que luego de la llegada de la pandemia del coronavirus al país su vida económica ha cambiado drásticamente, ya que las ventas han tenido una baja de alrededor de un 80 por ciento.
Añadió que previo a la llegada del virus tenía seis empleados, pero que se vio en la triste necesidad de hacer una reducción.
“La cosa está tan difícil que yo tuve que quedarme sin algunos de mis trabajadores ¿Tú crees que es fácil pasar de tener seis trabajadores a solo dos? Pero no tenía otra opción”, dijo Isaías.
También aseguró que ha tenido que dejar de comprar muchos productos, debido a que los mismos se dañan por las pocas ventas, lo que le genera pérdidas.
Esta situación no solo pasa con Isaías, sino con cientos de miles de vendedores informales a los que la pandemia del coronavirus le ha cambiado la vida.
¿Cuántos empleos se han perdido en el sector informal?
Según el economista Antonio Ciriaco, tras la llegada del coronavirus en el país se han perdido más de medio millón de empleos del sector informal.
«Durante esta pandemia se puede decir que más de medio millón de personas dentro de este grupo fueron afectados», enfatizó Ciriaco.
El especialista en economía expuso además que el sector informal en la República Dominicana está compuesto por más de 1.7 millones de empleos, de los que alrededor de un 15% corresponden a personas de escasos recursos.
Ciriaco añadió que pese a que las autoridades trataron de ayudar a las personas afectadas de dicho sector a través de un programa de asistencia social, la acción no fue suficiente.
«El Gobierno identificó mediante bases de datos 202 mil personas informales y le transfería 5,000 pesos dentro del Programa Pa’ Ti, sin embargo esta cantidad está muy subestimado, por el número de personas que están en el mercado de trabajo independiente», aseveró.