La activación del comercio que tradicionalmente se produce por el feriado de la Navidad fue aprovechado por el comercio informal que se ubicó en lugares estratégicos para ofrecer sus mercancías a un público que no tuvo tiempo para efectuar su compra durante los días de trabajo.

Por ejemplo, toda la Avenida Duarte, desde la París hacia el Norte, fue tomada por los vendedores o buhoneros, que no solamente estaban sobre las aceras, sino además, en parte de la avenida, donde ofrecían prendas de vestir a muchos que acudieron a esa zona a pesar de ser feriado.

Aquí las ventas se confundían con el bullicio de radios a todo volumen, el jolgorio de la gente y el sonido de las bocinas de los vehículos y motores. Las aceras de las avenidas Máximo Gómez con Nicolás de Ovando ayer fueron tomadas por vendedores ambulantes, sobre todo de personas de procedencia haitiana, quienes ofrecían al público frutas, víveres y otras mercancías.

En estas vías no había espacio para caminar, porque todo estaba ocupado, tanto por vendedores con sus mercancías en el suelo, como por tricicleros estacionados en plena calle. Además de las aceras, estos vendedores ocuparon la parte baja del elevado sobre la intersección señalada, donde se confundían con la basura acumulada.