Vendedores de Nueva York no deberán colgar desagradables carteles antitabaco

Vendedores de Nueva York no deberán colgar desagradables carteles antitabaco

Nueva York,  (EFE).- Los vendedores de tabaco en Nueva York no estarán obligados a exhibir carteles con desagradables imágenes de órganos del cuerpo humano deteriorados por el consumo de cigarrillos, determinó un juez federal para satisfacción de las grandes tabaqueras.

«Incluso los comerciantes de la morbosidad tienen derecho a la plena protección de la ley», asegura el juez del Distrito Sur de Nueva York Jed Rakoff en una decisión judicial difundida hoy y en la que explica que establecer una norma así no es competencia de las autoridades locales, sino de las nacionales.

El pasado junio las tres mayores empresas tabaqueras de Estados Unidos presentaron una demanda contra las autoridades de Nueva York por forzar a los vendedores de tabaco a colocar esos grandes carteles para desincentivar su consumo.

«Las autoridades no pueden forzar al sector privado a transmitir mensajes que vayan más allá de puras declaraciones de hechos que no conlleven controversia alguna», aseguraba la demanda presentada por Phillip Morris USA, RJ Reynolds y Lorillard. Bajo las fotografías de órganos afectados por el tabaco, los carteles que las autoridades sanitarias de Nueva York habían impuesto incluían la frase «Deje de fumar hoy».

Al contrario de lo defendido por las tabaqueras, el juez no considera que la normativa viole la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, por la que se protege a los ciudadanos de que las autoridades aprueben leyes que prohíban la libertad de culto, expresión, prensa, reunión o petición.

Las tabaqueras argumentaban que forzar a los comerciantes a colgar esos carteles cerca de las cajas registradoras o de la zona donde se encuentren los cigarrillos les obligaba a defender los intereses de las autoridades y que ello era anticonstitucional.

Sin embargo, el juez no comparte esa opinión y argumenta que su decisión es una cuestión de competencias, ya que existe una ley de 1965 que otorga a las autoridades federales todas las competencias relacionadas con las advertencias y publicidad relacionadas con el tabaco.

 Junto a las tabaqueras, varias asociaciones de vendedores se habían adherido a la demanda, en la que argumentaban que «los carteles que se obliga a exhibir desplazan a otros anuncios o adquieren un lugar dominante en el punto de venta, en muchos casos establecimientos pequeños, con la consiguiente exclusión de mercancías u otros mensajes elegidos por los dueños de las tiendas».

Añadían que los carteles privan a los comerciantes «del limitado espacio disponible para comunicarse con sus clientes y, por lo tanto, limitan su libertad de expresión».

Los demandantes también se quejaban de que los polémicos carteles no describen con hechos los riesgos de fumar tabaco, sino que simplemente muestran desagradables imágenes que los comerciantes están obligados a mostrar en sus locales, con el objetivo de provocar una reacción de rechazo entre sus clientes.

 La iniciativa de los carteles es una más de las puestas en macha por el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en la dura guerra que mantiene contra el tabaco, que está prohibido en bares, restaurantes y todos los espacios públicos de la ciudad. «Creemos que es responsabilidad de la Ciudad ayudar a los fumadores a dejarlo y proteger a los niños de los dañinos efectos del humo del tabaco», aseguró en un comunicado el Departamento de Salud de Nueva York tras conocer la decisión del juez.

En él, añade que «las compañías de tabaco que tratan de evitar que esos carteles sean vistos deberían avergonzarse de sí mismas» y expresa su «su profundo desacuerdo» con una decisión que ya ha sido recurrida. EFE

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