El comercio se desarrolló ayer con normalidad en el casco urbano de esta ciudad a pesar de la celebración del Día de los Santos Reyes.
La gente acudía a comprar juguetes a sus hijos y nietos, una tradición que cada año va en decadencia por los altos precios y el poder adquisitivo de los ciudadanos, que cada vez es más difícil. “Uno hace un sacrificio para comprarle un regalito a sus hijos, pero en verdad los precios están altos”, expresó Jennifer Peña, cuando iba caminando con su pequeña hija por la calle Del Sol, principal arteria comercial de Santiago.
En iguales términos se pronunciaron Jacinta Santiago Almonte y Willy Portorreal. Al ser consultados por separado acerca de cómo encontraban los precios de los juguetes en las tiendas, estos dijeron que hay muchas opciones pero no todos pueden adquirirlos.
Según Santiago Almonte, cada día se hace más difícil llevar la tradición que los niños esperan de sus padres. “Uno compra algo porque hacemos un sacrificio enorme pero no es sencillo”, señaló la dama.
La vendedora informal Mercedes de la Rosa dijo que cada año las ventas están más “flojas”.
Calificó el diciembre del 2018 como un mes “salao” para las ventas.
Atribuyó la falta de dinero a que la gente gasta todo en el Viernes Negro.
Por su lado, el presidente de la Asociación de Tiendas del Centro Histórico de Santiago, José Octavio Reynoso, dijo que para esta época la gente entra en recesión porque ha gastado todo en las festividades navideñas y de Año Nuevo.
“Hay mucha gente en las calles pero no se ha reflejado en las compras que hacen los ciudadanos. El comercio se reactivó por la época navideña y ya para los Reyes comienza a bajar”.