Vendedores esperan que las autoridades reflexionen

Vendedores esperan que las autoridades reflexionen

Ivelisse Villar, vendedora.

Mercaderes afirman pagaban sus impuestos a la administración, que hace cuatro meses rehúsa aceptarlos. Dicen área está limpia.

El Mercado Nuevo de la capital es un jolgorio, fiel reflejo del folclor dominicano y de manera cada vez más notoria, del haitiano. Lugar en el que hombres y mujeres adelantados al sol trabajan duro y alegres para sustentar sus hogares.

Pero sobre algunos está cernida la amaneza de perder sus plazas y con esto los ingresos con los que llevan alimento y medicina a sus familias.

A los que gana el desasosiego expenden sus mercancías en los muros de la infraestructura y en el amplio solar, y el gran grueso lo componen mujeres.

Ivelisse Villar, Estefani Santana Pérez, Jideyy Mateo Batista, Silania Castillo y tantos y tantos nombres de seres humanos, todos con una historia particular, enlazada por el mismo hilo: la necesidad de mantener ese trabajo digno con el que han levantado sus casas.

Por eso el temor de quedar en desamparo, porque no han recibido ninguna oferta para dejar el sitio.
Salida justa

“Nadie plantea nada, solo quieren que nos vayamos sin más alternativa”, lamenta Ivelisse, que desea escuchar una propuesta justa, humanista.

Estefani (Marthica), habla de echar la batalla, de llegar a un acuerdo, porque esta es la labor digna de la que vive desde niña en el puesto que opera junto a su madre Martha, que justo ayer perdió al padre de sus hijos pequeños.
Jideyy también es viuda y lleva 28 años en el mercado.

Tiene problemas cardíacos y con lo que gana adquiere los medicamentos y la comida. Por esto espera que el Estado les proteja, que si los sacan de allí los lleven a un lugar rentable.

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