Vendedores informales ocupan
calles centro histórico Santiago

Vendedores informales ocupan <BR>calles centro histórico Santiago

SANTIAGO.  Ante la inacción de las autoridades municipales para regular el perímetro del “pulguero” que desborda el mercado Central, del sector Pueblo Nuevo,  los vendedores informales que cada jueves realizan sus ventas en esa plaza han extendido sus puntos de operaciones,  hasta el Centro Histórico de esta ciudad.

En las calles Salvador Cucurullo, 30 de Marzo y Benito Monción se han instalado vendedores similares a los que exceden los límites del mercado Central, en un área que fue concebida en la gestión municipal de José Ramón Fadul como plaza de buhoneros.

En esa zona están ubicadas las paradas de las rutas del transporte de pasajeros de Navarrete, Mao, Esperanza y Villa González, entre otras, de la Línea Noroeste, por lo que es muy activo el flujo de personas, principalmente en horas de la mañana.

Esta movilización ha motivado a los vendedores de ropa y otras mercancías a trascender los linderos del mercado Central, por toda la calle 6 de Septiembre hasta llegar a la Salvador Cucurullo, en el centro de esta ciudad.

La situación causa malestar a propietarios de negocios formales ubicados en  esa zona, a automovilistas y transeúntes, quienes tienen que desplazarse por la calle,  debido a que las aceras son ocupadas por vendedores desde las primeras horas de la mañana de cada jueves para establecer allí un “mini pulguero”, sin que las autoridades lo impidan.

Comerciantes y vecinos del sector Pueblo Nuevo han  denunciado que son víctimas de  atropello, debido al desorden mayúsculo causado por el bullicio y el caos que en la zona generan los vendedores ambulantes, quienes desde la noche anterior establecen sus puestos en la vía pública.

Tradicionalmente, los alcaldes de esta ciudad han manifestado que carecen de fuerzas represivas para controlar a más 700 negociantes que cada jueves se establecen en esta plaza.

Tampoco han podido desbloquear las calles adyacentes al mercado, las cuales  son taponadas con el improvisado “pulguero”, que ya se extiende hasta el casco urbano.

En otras zonas,  buhoneros, haitianos en su mayoría, bloquean las vías e impiden el tránsito, a pie y en vehículos, y dificultan el trabajo de quienes tienen negocios formales.

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