Hoy 
Los comerciantes que por más de dos años ofrecieron sus mercancías en lo que se conocía como el mercadito de Agricultura manifestaron ayer su indignación por haber sido sacados del espacio que ocupaban, sin que se les diera ninguna otra alternativa que vender en la calle o no hacer nada.
Con el mismo sentimiento se quejaron los usuarios que acudían a comprar sus productos a bajos precios.
Esto ha sido terrible, de los más de 30 establecimientos del mercado nos pusimos en la calle como cuatro, los demás están sentados porque no tienen otra opción, expresó Félix Lugo, propietario de una carnicería.
El supuesto paso de los mercados de la Secretaría de Agricultura (SEA), al Inespre, provocó que los vendedores que ocupaban un espacio contiguo a esa cartera agropecuaria, ubicada en la calle Eterna Primavera, en los Jardines del Norte, se hayan visto precisados a utilizar la calle.
Estamos aquí pero con el miedo de que en cualquier momento también venga el ayuntamiento y nos quite, indicó Leonardo Reyes, vendedor de embutidos.
Precios más altos
Los clientes del mercadito se quejan de que tienen que comprar ahora los productos más caros y limitados, porque en las aceras no caben todos.
En esa misma calle otros vendedores ofrecían sus mercancías aunque a precios no tan económicos como en el mercado. Al tener que ubicarse algunos de los que estaban en el mercado allí, han tenido que adaptar sus precios a la competencia, por tanto, vender los artículos a un precio más elevado.
Ellos siguen vendiendo barato, pero más caro que cuando estaban en el mercadito, expresó Catalina Aquino, una cliente.
La señora dijo esperar que las autoridades reviertan la decisión.
Zoom
El Mercadito
Vendedores se quejan
Los pocos vendedores que se unieron a los que ocupan las aceras de la calle Eterna Primavera critican que se les haya dejado sin opción para sobrevivir.
Clientes afectados
Al mercado acudían personas de diferentes sectores a realizar sus compras a bajo precio, ahora se quejan de que no tienen esa salida para ayudar su economía.
