Moradores del sector San Carlos, en esta capital, están a la espera de acciones concretas por parte de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), que erradique de sus calles los puntos de drogas, puesto que en la actualidad los microtraficantes operan hasta en las proximidades de las iglesias, en especial la San Felipe Diácono, ubicada en la calle Salcedo esquina Isleños.

Los denunciantes, que por temor pidieron reservas de sus nombres, se quejan de que los vendedores de drogas operan de manera amenazante y a los ojos de toda la comunidad, incluyendo niñas, niños y adolescentes.

“No hay dudas de que las autoridades hacen un gran esfuerzo para controlar el trafico de drogas, pero no entendemos las razones por la que cada día proliferan los puntos. Ya no es sólo en la calle Altagracia y la Ravelo, sino que ahora hay vendedores de drogas por todos lados, incluso en la calle Isleños, próximo a la iglesia”, lamentó uno de los denunciantes.

La DNCD ha desmantelado más de 1,500 puntos de drogas en todo el país, lo que demuestra la gran labor que ha desplegado su director, mayor general Rafael Ramírez Ferreira.

Para sus operaciones, según los denunciantes, los microtraficantes utilizan un solar aparentemente abandonado, ubicado en la calle Ravelo entre las calles Altagracia e Isleños.

Lo grave de esta situación, es que en las proximidades de este solar, residen ciudadanos serios y honestos, que por temor se hacen de la vista gorda.

Pero lo que más preocupa a la comunidad es que próximo a la iglesia San Felipe un grupo de jóvenes han comenzado a operar puntos de drogas, debido a que otras zonas “están caliente”, como es el caso de la calle Altagracia.

Estos nuevos puntos, según lo expresan moradores del sector, están ubicados uno en la calle Isleños, y otro en Salcedo casi esquina Juan Bautista Vicini.

Lo lamentable de la situación, se quejan, es que la mayoría de los vendedores son menores de edad, utilizados por adultos para esos fines.

El diario Hoy posee una lista con los nombres de los principales microtraficantes del sector San Carlos, facilitada por los denunciantes, así como de los consumidores, que para poder “adquirir la mercancía” roban y atracan.

Este listado, en caso de ser requerido, será entregado a la DNCD, para los fines de lugar.

UNA QUEJA

Los moradores se quejan de la aptitud “complaciente” que asumen algunos agentes policiales en favor de los principales microtraficantes, a quienes tratan como “príncipes”.

Esperan en tal sentido, que el jefe policial, mayor general Bernardo Santana Páez, saque de allí al comandante de la sección contra Delitos Monetarios, y parte de la dotación.

“De esos policías sólo se puede confiar en el teniente Nova y en el sargento Tapia, pero los demás es mejor que no pasen por las calles”, precisan.