POR ANSELMO SILVERIO
NAVARRETE, Santiago.- El cura párroco de la iglesia Santa Ana de este municipio lamentó el múltiple crimen contra siete jóvenes cometido aquí e implicó a agentes policiales en el tráfico de drogas. Entretanto, parientes de una de las víctimas dijeron estar conformes con los resultados de las pesquisa, dados por la Policía Nacional que investigó el hecho de sangre.
El cura Felipe Enerio Valerio dijo que casi todos los cadáveres tenían más de diez impactos de bala que no podía ser el trabajo de cuatro o cinco personas.
Dijo que cree en el informe de la comisión investigadora, en el sentido de que este crimen fue planificado y ejecutado con premeditación y alevosía.
«Esta tragedia parece que se venía preparando, porque ya los conflictos entre los grupos eran muy terribles. Hasta en el parque, a veces, se enfrentaban, porque era droga vendida como si fuera arroz en el comercio», sostuvo.
El religioso dijo que la gente tiene temor de hablar de los males sociales que se registran en este pueblo, porque nadie le hace caso y muchas veces, las autoridades policiales han faltado a la discreción, o sea, que no protegen a los informadores, o a aquellos vecinos que son víctimas del tráfico de drogas en los barrios.
En cuanto a la realidad social de este municipio, dijo que hay intolerancia, irresponsabilidad paterna, desorganización social, centros de corrupción y vicios, deseo del dinero fácil, pérdida de los principios morales, cívicos y hasta espirituales, desempleo y degeneración a todos los niveles.
Se ha perdido el pudor, el respeto y hay una indisciplina casi total que ni padres respetan hijos, ni hijos a padres, ni alumnos a los maestros y viceversa., se lamentó el cura.
Tras afirmar que el mal nos va humillando porque no hay quien lo enfrente», el religioso añadió que en este poblado existen más de 20 puntos de drogas que no están en los montes, sino en la misma ciudad, y todo el mundo sabe dónde están ubicados porque el mal prácticamente está organizado.
Aclaró que no quiere decir que los policías no sean serios, sino que hay una falta de autoridad, pero esto no quiere decir que hay muchos policías envueltos en el negocio ese».
DEFENSA
Por su lado, Oscar Delgado, hermano de Melvin Delgado, uno de los ejecutados, dijo que se siente satisfecho del informe rendido por la comisión que encabezaron los generales Tomás Holguín de la Paz y Bernardo Santiago, en cuanto a que los apresados fueron los autores del múltiple crimen, pero no en lo que dicen, que cuatro, entre los que está implicado mi hermano, eran compradores todos».
Sostuvo que su hermano se dedicaba a labores de motoconcho y que tiene informaciones de que la noche del domingo, montó como pasajero a un joven que también fue encontrado asesinado.
«El no tenía necesidad de estar en eso. El además se dedicaba a la agricultura, era un muchacho sano» sostuvo.
Además de Delgado, los oficiales de la comisión investigadora implican a Vidal Dionisio Tavárez, Juan Pablo Reyes y Pascual Rafael Mejía como compradores de drogas al servicio de Lizardo Genao (Zardo), mientras que a Miguel Beato, Juan Ignacio Rodríguez Rosario y Andrés Núñez Pérez, los ubican al servicio de José Rodríguez Gómez (Jochi) dedicados a vender estupefacientes.
TEMORES
En tanto, vecinos radicados en las cercanías de puntos de drogas, al ser entrevistados por el HOY, rehusan hablar del tema, mientras otros simplemente dijeron que no saben ni siquiera como se llama la calle donde viven.
El silencio, que se ha convertido en un elemento de tolerancia, es la mejor respuesta por el terror que inculcan quienes manejan el negocio de las drogas, dijo un abogado de este municipio que también pidió reservas de su identidad.