Por ALEIDA PLASENCIA
Campesinos con propiedades de hasta cinco tareas han logrado la proeza de exportar su cacao a Europa y Estados Unidos. El secreto es la unión de un grupo cacaoteros a través de una especie de cluster.
Su cacao es utilizado en la elaboración de selectos chocolates y algunos fármacos.
Estos pequeños productores, establecidos en distintas zonas de Monte Plata, producen un cacao de alta calidad que cumple con las características exigidas por los mercados de Europa y Estados Unidos: un grano con buen color, excelente aroma y agradable sabor.
La iniciativa tiene su origen el 30 de octubre de 1987, cuando 700 pequeños productores formaron el Bloque Cacaotero Dos, con sede en el Cercadillo, Yamasá, de Monte Plata.
Actualmente son 2,880 productores, con propiedades que oscilan entre cinco y 50 tareas, que están integrados en 47 asociaciones de productores.
Aplican técnicas que les generan alto valor agregado y óptima calidad. Cuentan con el apoyo de la Secretaría de Agricultura. En lo que va del año, sus exportaciones ascienden a 2,500 toneladas, vendidas a un precio equivalente a más de mil pesos por encima de la oferta de intermediarios locales. Venden el quintal a un precio cercano a los tres mil pesos en los mercados internacionales.
De manera individual, para un productor micro, como es el que posee una finca de cinco o diez tareas, por ejemplo, la proeza de exportar a Europa no se hubiese dado, según explica Cirilo Alcántara, presidente del Bloque Cacaoteros Dos.
Anteriormente, los beneficios de la producción de cacao se iban a manos extrañas, (intermediarios). Hoy tenemos una institución que responde a los intereses de los productores, pues trabajamos unidos, sostiene. Para producir un cacao de alta calidad, se requiere un cuidado especial desde el proceso de cultivo a la exportación. Es por ello que todas las actividades relativas a producción y mercadeo los afiliados al Bloque las realizan de manera colectiva.
Los cacaoteros del Bloque reciben orientaciones de técnicos que los asesoran acerca de cómo cuidar el cultivo, cómo evitar que se afecte de plagas y producir un cacao saludable.
También en cuanto a cómo lograr una adecuada fermentación del grano y en qué condición debe transportarse a la sede del Bloque, de manera que no pierda su jugo original y obtenga la fermentación adecuada.
El cacao es entregado al Bloque en granos frescos, llevado por el mismo productor, que al momento de la entrega recibe el dinero correspondiente a la venta. Al final de año, el productor es favorecido con un remanente, en cheque, producto de los beneficios obtenidos por el Bloque en las exportaciones.
En el Bloque, el cacao recibe un tratamiento especial también: es secado en un escurridor de los más modernos que existen, donde se tiene en cuenta una serie de características que permiten obtener un grano de calidad óptima, explica Ostermán Ramírez, técnico encargado del proceso de calidad y exportación del proyecto.
Anteriormente, los pequeños productores de cacao de la zona no conocían el precio del día a nivel de campo, carecían de informaciones acerca del movimiento en los mercados internacionales, el producto era de mala calidad y no tenía gran valor.
Los productores no conocían ni siquiera cómo se pesaba, cuántas libras tenía un quintal, mientras los intermediarios pagaban lo que querían por el grano, yendo a manos extrañas la mayor parte de los beneficios, comenta Cirilo.
Ahora se conoce el precio en todos los rincones. Luego de estar embarcados en mejorar la calidad del grano, la meta ahora es llevar a cabo un proceso de renovación de las plantaciones, sostiene Cirilo.