Venezuela

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“Venezuela es un país/más poblado en el cielo que en la tierra/que el hijo vil se le eterniza dentro/y el hijo bueno se le muere fuera”. Estos versos premonitorios los escribió el insigne poeta venezolano Andrés Eloy Blanco, poco después murió atropellado por un carro mientras se hallaba en el exilio en México.
Venezuela era gobernada por militares encabezados por el dictador Marcos Pérez Jiménez, otro grupo de militares, no de guardias corruptos, lo depuso del poder y tuvo que huir cobardemente por el aeropuerto local de Caracas. Vino a parar aquí, refugio de los dictadores Batista y Perón.
El ingenuo presidente del gobierno de España dice que la actual crisis de Venezuela se resuelve con elecciones limpias y transparentes. ¿Cómo dijo el españolito, elecciones limpias y transparentes?
Desgraciadamente, si las elecciones no son respaldadas por la fuerza armada, policías o militares, el voto popular tiene tanto valor como un papel sanitario usado.
En Venezuela hubo elecciones limpias y transparentes cuando el pueblo, de manera clara y mayoritaria, votó para elegir la Asamblea Nacional, con la participación de los grupos opositores, quienes ganaron los comicios por una mayoría contundente.
¿Acaso no fueron limpias y transparentes las elecciones en las cuales el pueblo escogió, libérrimamente, la Asamblea Nacional? ¡Ahh, el problema es que el chavismo golpista tiene el respaldo del Gran Elector: las Fuerzas Armadas Bolivarianas y los innúmeros cuerpos de opresión del gobierno.
Como en muchas otras elecciones, incluyendo algunas nuestras, el Gran Elector: la guardia y la policía, y el grupo que desgobierna Venezuela, decidieron desconocer los resultados electorales porque ganó la oposición, que enfrentó y venció el miedo y la opresión, el abuso y el ejercicio de la antidemocracia que impone el chavismo.
Esa es la situación de hoy. ¿Cuál es el poder legítimo de Venezuela, el emanado de la punta del fusil y el puntapié de la bota, cobarde y ladrona, que impera hoy en la fuerza armada indigna del Libertador y sus gestas?
En muchos casos, la Fuerza Armada y sus apéndices se convierten en sostenedores de los gobiernos antidemocráticos, ilegales, cuya permanencia en el poder se produce mediante elecciones como las de Trujillo, quien siempre obtenía el 100 por ciento de los votos.
El caso venezolano debe ser estudiado a profundidad, con mucho cuidado, allí se juega la constante lucha que libra América entre la libertad y el miedo, como escribió en su tiempo el polígrafo colombiano Germán Arciniegas.
El poder legítimo de Venezuela se lo dio el pueblo a la Asamblea Nacional.
Un día de estos surgirá un coronel que se case con la gloria

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