CARACAS (AP).- El presidente Hugo Chávez intenta ampliar el control estatal en la cuenca petrolífera más prometedora del país en detrimento de las empresas extranjeras que explotan ahora esos yacimientos, lo que mermaría los ingresos corporativos y ahuyentaría la inversión extranjera. La propuesta de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) de hacerse con el control mayoritario de la explotación de los crudos pesados en la cuenca del Orinoco no han sido divulgada.

Sin embargo, varios analistas advierten que ello amenaza la producción a largo plazo en el área, que podría superar a Arabia Saudí en reservas comprobadas precisamente cuando el precio del crudo va en aumento por la creciente demanda y el temor de que se agoten las existencias de hidrocarburos.

En unos comentarios publicados el fin de semana, Eulogio Del Pino, director de PDVSA encargado de los contratos con empresas extranjeras, dijo al diario El Universal que Venezuela desea que la empresa británica BP Plc, las estadounidenses Exxon Mobil Corp., Chevron Corp., ConocoPhillips, la francesa Total SA y la noruega Statoil accedan a transformar cuatro explotaciones de crudo pesado en «empresas mixtas’’.

Aunque las condiciones no han sido fijadas aún y cualquier cambio tendrá que ser aprobado por el Congreso, Del Pino dijo que el gobierno «debe hacer el trabajo completo y la participación del Estado debe ser del 51%’’.