Venezuela eleva reserva petrolera con crudo pesado

Venezuela eleva reserva petrolera con crudo pesado

COMPLEJO PETROLERO DE JOSE, Venezuela (AFP) – El petróleo extrapesado localizado en la Faja del Orinoco (centro-este) de Venezuela, donde se encuentra en cantidades descomunales, es transformado en la refinería Sincor -controlada por la francesa Total- en un crudo tan liviano que el presidente Hugo Chávez lo bautizó de “néctar”.

La banda norte del río Orinoco encierra la acumulación más grande del mundo de hidrocarburos: 1,2 billón de barriles de crudo extrapesado en 54.000 km2 (un poco más que la superficie de Costa Rica), de los cuales 240.000 millones son considerados recuperables.

Este crudo pastoso y negro, casi sólido fuera del pozo, antes llamado bitumen, era utilizado por los indios caribes para calafatear sus embarcaciones bajo el nombre de “estiércol del diablo”.

Sincor, una empresa que asocia a la francesa Total (47%), la estatal Petróleos de Venezuela (38 %) y la noruega Statoil (15 %) y comenzó a operar en 2001, extrae diariamente 210.000 barriles de 320 pozos perforados en un bloque de 50.000 hectáreas, cerca de San Diego de Cabrutica (330 km al sureste de Caracas).

El crudo extrapesado es extraido con la ayuda de nafta de pozos ramificados horizontalmente, en un proceso controlado vía satélite desde Caracas.

El bruto diluido en nafta (entre 15 y 17 grados API) es transportado en un oleoducto de 200 km hasta el complejo petrolero de Jose, en las cercanías de Puerto La Cruz, a orillas del mar Caribe, 240 km al este de Caracas, donde en una gigantesca refinería se “pone a dieta” al extra pesado para alivianarlo.

“Primero realizamos una separación física con calor y vapor para retirarle el coque y el azufre, luego se inyecta hidrógeno para fraccionar las moléculas y obener petróleo sintético”, explicó durante una visita a la planta Franklon Parra Durán, responsable técnico de la planta mejoradora o “upgrader”.

El coque (6.000 toneladas por día) se vende en Europa para las centrales eléctricas y las metalúrgicas; el azufre (900 toneladas por día) se vende en Florida, Estados Unidos, sobre todo para fertilizantes.

Desde el exterior, la mejoradora que se extiende sobre 200 hectáreas parece una monstruosa refinería, con sus tanques, torres de destilación, de producción de vapor, de conversión del dióxido de azufre en azufre sólido, de extracción de hidrógeno a partir de gas natural, y su laberinto de tuberías.

Al final del proceso sale el famoso “Zuata sweet” (32 grados API), un líquido color miel que parece whisky y se vende sobre todo en Estados Unidos, un poco más caro que el Brent del Mar del Norte y que el West Texas Intermediate, crudos de referencia del mercado petrolero.

Sincor puede producir hasta 180.000 barriles diarios del “néctar” en su refinería mejoradora inaugurada en 2002.

En estas instalaciones ultrasofisticadas trabajan unas 400 personas, de las cuales solamente 170 en la parte operativa. La perspectiva de una toma de control de Sincor por la estatal PDVSA, anunciada por el gobierno de Chávez, ha creado un clima de incertidumbre entre ellos.

Un empleado de 31 años, cuyo nombre se omite, técnico en producción industrial, dijo a la AFP que espera “que las cosas no cambien, porque sabemos que PDVSA no tiene un buen sistema de trabajo en este momento; hay demasiados accidentes, inseguridad, es preocupante”.

Un empleado de mantenimiento consideró “lógico que el control pase a manos del Estado venezolano”, incluso aunque se inquiete por una eventual revisión del contrato de trabajo y una posible reducción del salario.

Un ingeniero, por su parte, se declaró dispuesto a ir a trabajar en cualquier proyecto de Total fuera de Venezuela.

El complejo de Jose también abriga las refinerías de las otras tres asociaciones estratégicas que explotan el extra pesado de la Faja, así como las instalaciones en las que PDVSA, asociada a empresas chinas, lo somete a la técnica de orimulsión para producir combustible pesado para usinas eléctricas.

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