Venezuela: hay pruebas involucran EU en golpe

Venezuela: hay pruebas involucran EU en golpe

CARACAS (AP).– Cuatro años después del golpe de Estado que sacó por 47 horas al presidente Hugo Chávez del poder, funcionarios venezolanos afirman que tienen pruebas de la participación de Estados Unidos en la intentona y sobre esa base ahondan las críticas contra Washington. «El golpe del 11 de abril (del 2002) fue un golpe gestado por la embajada norteamericana y por el imperialismo en Venezuela’’, dijo ayer, martes, el vicepresidente José Vicente Rangel, en un discurso que ofreció durante un acto que organizó el gobierno en conmemoración de la sublevación.

«Si no hubiese sido por la participación determinante, decisiva de la embajada norteamericana del representante del señor (George) Bush posiblemente el golpe del 11 de abril no se hubiese dado’’, añadió Rangel.

El vicepresidente acusó al ex diplomático estadounidense Charles Shapiro de ser el funcionario que «alentó a la fuerza conspiradora’’.

Agregó que el día de la intentona se instaló en la comandancia del ejército una misión militar estadounidense que estuvo «dirigiendo todas las operaciones’’, y fue la que «impulsó’’ a un grupo de oficiales venezolanos a rebelarse contra Chávez.

Rangel llamó a los seguidores del gobierno a «estar alerta’’ ante las acciones del embajador estadounidense William Brownfield, quien a finales de la semana pasada debió enfrentar una protesta cuando realizaba una visita a un barrio pobre del suroeste de la capital.

El vicepresidente sostuvo que el diplomático «lo que quiere es que el día de mañana alguien exaltado, o algún provocador infiltrado por ellos mismo, le de una pedrada’’.

Funcionarios estadounidenses niegan la implicación en el golpe o cualquier supuesto plan para derrocar a Chávez. Pero Washington sostiene que su gobierno ha minado principios democráticos y plantea una amenaza regional.

Las suspicacias contra Washington se profundizaron el 12 de abril del 2002, cuando Estados Unidos reconoció a los líderes interinos horas después del golpe. Al día siguiente Chávez volvió al poder gracias a revuelta popular.

Las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos se avivaron el pasado fin de semana cuando Chávez amenazó con expulsar a Brownfield, acusándolo de interferir en los asuntos internos del país y de propiciar confrontaciones con manifestantes oficialistas.

También Chávez acusó a Brownfield y a otros funcionarios estadounidenses de trabajar tras bastidores para desestabilizar su gobierno.

Pero a cuatro años del golpe, el mandatario izquierdista está muy fortalecido: sus aliados controlan 100% del Congreso, el apoyo popular es sólido y la oposición está postrada. Hoy pocos dudan que gane la reelección en diciembre.

Con todo, las muestras de descontento también han emergido.

Incluso partidarios de Chávez figuran entre los que han criticado al líder por usar la riqueza petrolera de la nación para construir alianzas en el exterior, mientras que el país impera la pobreza.

Además, una escalada de crímenes violentos desencadenó la semana pasada varios días de protestas en Caracas, que incluyeron a todo el espectro social.

David Mares, profesor de ciencias políticas en la Universidad de California en San Diego, dijo que Chávez podría hacer frente hoy en día a una amenaza más seria, no de sus opositores internos o externos, pero si de sus propios partidarios.

«La gente marchó en las calles después del golpe porque él prometía algo’’, indicó Mares. Todavía «él tiene mucho más que dar a su electorado’’.

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