CARACAS.- Las relaciones entre Venezuela y Perú se tensan cada vez más por el respaldo del presidente Hugo Chávez al candidato nacionalista en las elecciones presidenciales de ese país, mientras se refiere a su rival como «ladrón’’.

El gobierno venezolano dijo ayer, domingo, que no actuará de manera recíproca al retiro del embajador peruano en Caracas en protesta a lo que calificó como una «una intromisión’’ e «interferencia constante’’ en la política interna.

«Le hemos dado instrucciones a nuestro embajador para que permanezca en Lima, que incluso no caiga en provocaciones’’, afirmó el canciller Alí Rodríguez durante una entrevista en la televisora estatal.

El desacuerdo se presenta mientras Chávez, con las arcas llenas de petrodólares, aúpa cada vez más aliados ideológicos entre sus vecinos en su lucha por incrementar su influencia en la región y reducir la de Washington.

Chávez, que dice liderar una revolución socialista, ha prometido usar la riqueza del quinto exportador mundial de crudo para eliminar la pobreza y la injusticia social. Su proyecto, iniciado en casa, está pensado para expandirse por todo el continente.

Con esa consigna, apoyó al presidente de Bolivia, Evo Morales, en las elecciones de diciembre que el descendiente de la etnia Aymara ganó distanciándose de las políticas de libre mercado respaldadas por Estados Unidos. Chávez prometió a Morales el sábado una cantidad ilimitada de gasoil y 130 millones de dólares en un fondo para el desarrollo y programas sociales.