Venezuela padece escasez de alimentos

<P>Venezuela padece escasez de alimentos</P>

Associated Press,  CARACAS, Venezuela. Mireya Bustamante pasó la mayor parte del día tratando de conseguir harina para hacerle una torta de cumpleaños a su hijo de cuatro años.

Igual que la mayoría de los venezolanos, esta oficinista de 33 años debe lidiar con períodos de escasez de alimentos y piensa que las cosas están empeorando. Cree que la causa de esto son los controles de divisas y de precios fijados por el gobierno y no comerciantes inescrupulosos que acaparan alimentos, como dicen las autoridades.

Encontrar todos los alimentos es “una odisea que no parece terminar nunca”, dijo Bustamente. “¿De qué sirven los controles si termina siendo tan difícil encontrar productos básicos?”, preguntó Bustamente, madre de tres hijos. “Es la culpa del gobierno, no de los dueños de los abastos”.

Muchos economistas coinciden en que la escasez es causada por un mal manejo de la economía a través de controles de precios y de divisas, aunque el gobierno lo atribuye a la especulación de los comerciantes, incluido el acaparamiento de productos para forzar un alza en los precios.

A la escasez y desabastecimiento que aquejan a los venezolanos desde hace varios años se suma ahora la incógnita sobre quién tomará las medidas económicas necesarias, como un ajuste en la tasa de cambio y la liberalización en los controles de precios de productos, ante la ausencia prolongada del presidente Hugo Chávez.

Analistas consultados telefónicamente por la AP atribuyen la escasez al fracaso de un modelo económico basado en férreos controles de divisas y de precios, así como a una reducción del aparato productivo privado tras años de expropiaciones y nacionalizaciones.   

No se trata ni siquiera de largas filas de compradores o que falte un producto en todo el país: es que en la mayoría de los casos, cuando se consigue azúcar, no hay harina; si hay harina, falta el pollo. Los consumidores han aprendido que deben ir a varios supermercados y además tener “una red” de amistades que avisan dónde se puede conseguir el producto deseado.

Una vez que alguien consigue, por ejemplo, huevos, entonces se corre la voz y se compra. Una rutina desde hace varios años y que tiene altos y bajos.  

Desde 2003, la compra y venta legal de dólares está en manos del estado para combatir la fuga de capitales, según el gobierno. Los cuatro ajustes a la tasa de cambio realizados desde entonces fueron anunciados directamente por Chávez o bajo su absoluta dirección, de acuerdo con analistas.

Ausente Chávez del escenario, “el dilema del gobierno es cuándo va a realizar elecciones y ahí es cuando tomará las decisiones económicas”, dijo Asdrúbal Oliveros, economista y director de la firma Econoanalítica.

La escasez de alimentos, la falta de divisas que otorga el Estado y los controles en los precios de alimentos y servicios —que van desde los alquileres de casas y departamentos hasta el precio del azúcar— muestran que “los controles no funcionan y eso es desde la época de Cristo. En todas partes del mundo han mostrado su fracaso”, dijo Oliveros.   

El gobierno mantiene desde el 2003 esos controles en el tipo de cambio y en los precios de un centenar de productos y servicios porque sigue un modelo socialista y no cree en el libre mercado, dijo a su turno Ronald Balza, profesor de economía de la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas.   

Y la escasez de divisas se debe a que el precio del barril de petróleo venezolano, que representa más de 90% de las exportaciones totales del país, se ha mantenido constante en el 2011 y 2012 entre 101 y 103 dólares el barril, mientras la producción no ha aumentado, dijo Oliveros.   

Además parte de esas ventas de crudo al exterior son pagadas a Caracas “en especie”, es decir, en productos como frijoles negros, dijo Oliveros, en alusión a los planes de cooperación que Venezuela mantiene con Cuba, Nicaragua y otros países, recordó el analista.

Con ese pago en especie y una producción de crudo estancada entre 2,1 a 2,2 millones de barriles diarios, “disminuye el flujo de divisas… y se hace una puesta en escena con esos de los operativos (contra el acaparamiento) que le permite al gobierno escapar de la responsabilidad… que no se identifique al gobierno como el culpable” de esos problemas de desabastecimiento y escasez, dijo Oliveros.

Desde que en el 2007 Chávez implantó una agresiva política de nacionalizaciones y expropiaciones, provocando una reducción del aparato productivo privado, “no hay capacidad de reacción interna (para abastecer el mercado). El gobierno hizo (al país) más dependiente de las importaciones”, afirmó Luis Vicente León, director de la firma Datanálisis.   

Por los propios datos del Banco Central de Venezuela, el índice de escasez —que mide en los mercados de todo el país cuando un producto no se consigue en ningún tipo de presentación o forma— llegó en diciembre al 16,3%, el más alto en cuatro años.    Pero, dijo León, lo grave es que tal índice marca una tendencia para el año y podría llegarse a los niveles del 2007 cuando esa tasa de escasez fue de 20%.  

El gobierno reacciona con unos operativos en locales que “tiene inventarios de tres días, se toma la foto y dice que es acaparamiento” o que los empresarios privados almacenan productos para especular con los precios.

Jorge Rodríguez, directivo del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), acusó a la oposición de generar inestabilidad, y dijo que si hubiera ganado en los pasados comicios generales del 7 de octubre, donde Chávez se alzó con la victoria, hubiera aplicado “un paquetazo con aumento de la gasolina… ahí si habríamos tenido crisis”.

La propaganda oficial mantiene que los opositores, en caso de llegar al poder, aplicarían medidas económicas neoliberales, eliminarían planes sociales y elevarían el  precio del litro de gasolina, actualmente a 0,70 céntimos de bolívares o 0,16 centavos de dólar. Como en el país la mayoría de los productos se moviliza en camiones, el precio del combustible es crucial.

Su elevación evoca en la memoria de los venezolanos los disturbios de febrero de 1989, que eventualmente desembocaron en una crisis política y un intento de golpe de Estado, protagonizado en febrero del 1992 por el propio Chávez.

El gobierno además mantiene desde hace años ventas populares de productos alimenticios que importa directamente y cuyos precios subsidia hasta en más de 70%. Afirma que los subsidios son vitales para proteger a los pobres controlando la inflación.

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