Venezuela por dentro

Venezuela por dentro

MARTHA PÉREZ
«Ellos seguramente no disfrutaron de tu lindo espacio, ni de tu tierna sombra ni de tu apacible abrazo ni de tu intima intimidad. Ciertamente ignoraban de tu amor hacia el amor. Ciertamente no apreciaron tu valor…» Así dice uno de los versos de Narciso Isa Conde en su poemario Inseparablemente Juntos.

Y lo traigo a colación a propósito de las hostilidades que en el tiempo, y sobre todo desde que asumió el poder el presidente Hugo Chávez Frías en Venezuela, vienen manifestandose desde dentro y desde fuera de la patria de Bolívar, pretendiendo crear y mantener un clima de inestabilidad social, política y económica que recuerde a los venezolanos la época de la más aguda pobreza, de las guerras civiles en que vivieron sumidos en la incertidumbre. Los protagonistas principales de esas hostilidades no parecen haber disfrutado el lindo espacio, la tierna sombra, la intimidad y el amor de este pueblo y por eso no reconocen el valor de la nación que Chávez ha hecho llamar La República Bolivariana de Venezuela.

Venezuela ha recorrido un enorme camino tras la conquista de un bienesnetar que probablemente comenzó en la segunda década del siglo que registra la gran expansión petrolera que aún en medio de la crisis de la dictadura de entonces,  en 1928, la convierte en el primer país exportador de petróleo en el mundo y en el segundo productor, ingresando asi al mapa de la riqueza y de los negocios mundiales en cuanto al petróleo se refiere. Esta situación cambió rápidamente a finales de los años 70 revirtiendo el orden y sumiendo el país en un declive institucional generalizado y en la mas extrema pobreza. A puro sacrificio, a comienzo del siglo XXI Venezuela se ha convertido hasta el presente en la más codiciada -por su realidad peculiar- de las pretenciones hegemónicas y de los beneficiarios de una sociedad depediente del petróleo, acechada por los signos del protecionismo y de las ambiciones de los que teniendo mucho, siempre buscan más, aunque a costa de destruir las riquezas de un pueblo, cuando precísamente comienza a ver la esperanza de superar la pobreza. Hoy, Venezuela tiene una industria petrolera como pocos paises; con una política encaminada hacia la apertura y la modernización y su insersión en la economía global. Ante los ojos del mundo Venezuela ha estado cambiando positivamente; pero los hostiles buscan mostrar lo contrario. La tendencia es a seguir cambiando en favor de un pueblo que lo ha decidido y que está tratando de olvidar situaciones y personajes no gratos en las páginas de su historia democrática. El pueblo venezolano quiere decir adios a las hostilidades; y los venezolanos todos, los que por el tiempo fuera de su patria no han podido verificar que la derrota de los caudillos y sus remanentes está devolviendo la paz y recuperando el tiempo perdido; que los avances alcanzados en el orden económico social y político permiten confiar el desarrollo y la estabilidad del país en todos los órdenes, extensibles a todas las regiones; también rechazan las hostilidades. Esa es la garantía de la respuesta favorable al gobierno del presidente Hugo Chávez que habrá de producirse el 15 de Agosto en el nuevo referendum. El gobierno del presidente Chávez se ha dispuesto a realizar el potencial de Venezuela para preservar sus recursos; desde que asumió el poder ha estado frente a dos grandes desafíos: el propio de su deber ante el pueblo y el que le imponen sus adversarios dentro y fuera. Para el primero ha luchado por un Estado funcional que permita superar las carencias fundamentales hacia el progreso de la población; para el segundo, está consciente de que sus adversarios siempre buscarán ocultar la realidad de Venezuela.

El pueblo venezolano deberá decidir por segunda vez, que se queda con Hugo Chávez, porque ya no quiere que Venezuela vuelva a ser gobernanda por una sucesión de caudillos y sometida al control de regímenes autocráticos; porque quiere reivindicar la personalodad e ideales de Simón Bolívar; porque quiere la paz política, la estabilidad social y el desarrollo económico; la modernidad, la apertura e interrelación con todas las naciones del mundo que la aceptan y le respeten como son. Porque quiere que el resto del mundo conozca a Venezuela por dentro; su gente, sus monumentos, sus playas, sus costumbres; sus hermosas e históricas ciudades que la extienden más allá de Caracas adonde desde fuera parece que todo termina.

Entre esas hermosas ciudades, los venezolanos nos muestran orgullosamente, a Coro, primera capital de la provincia de Venezuela; Manoa, la ciudad de oro; Mérida, la ciudad de los caballeros, primera ciudad que le concedió a Bolívar el título de libertador y erigió un monumento en su honor; el villorrio Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción del Tocuyo desde donde partieron los conquistadores del siglo XVI a fundar las ciudades de Barquisimeto, Trujillo, Guanare, Caracas, Valencia, Cubiro, Guarico y Borburata; El campo de Carabobo donde se libró la gran batalla que inmortalizó la libertad y puso fín a la dominación española; Guarico y Apure las ciudades que dieron los mas valientes soldados de la Guerra de Independencia; Zulia, famosa por los yacimientos de petróleo y el culto multitudianrio a la virgen de la Chiquinquirá (La Chinita); el estado de Táchira, llamada tierra de los presidentes; allí nacieron Juan Vicente Gómez (La Mulera, 1857); Cipriano Castro (en Capacho, 1858); Eleazar López (en Quenique, 1883); Isaías Medina (San Cristobal, 1897); Marcos Pérez Jimenez (en Michelena, 1914) y Carlos Andrés Pérez (en Rubio, 1922). Margarita, una isla que combina playas (27), montañas y valle. Y entre otras, el estado Miranda, con varios de sus poblados contiguos al área metropolitana de Caracas, debe su nombre a Francisco de Miranda, el más universal de los próceres americanos. Y, Caracas, con mas de cuatro millones de habitantes, tiene el privilegio entre todas, de estar bordeada por una gran montaña; es la iniciadora del movimiento independentista de la américa española y cuna de libertadores. ¡Y faltan los monumentos!

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