Venezuela: proceso irreversible

<P>Venezuela: proceso irreversible</P>

Primero en Bolivia, y después de casi dos décadas, en Venezuela, se ha venido produciendo un cambio cultural en el horizonte de los sectores populares. La derecha se frota las manos cuando un sector popular de Bolivia realiza una marcha de cientos de kilómetros para protestar contra una medida gubernamental. Piensan: “oportunidad de desestabilizar el gobierno y avanzar”. No se dan cuenta que las masas bolivianas asumen que se ha producido un cambio, pero que ello no les impide protestar para que se rectifique una medida gubernamental. O sea, asumen el cambio y luchan por profundizarlo, y lo hacen con independencia.

En Bolivia se ha producido un cambio cultural; de paradigma, y los distintos sectores de la mayoría popular se movilizan, haciendo uso de su autonomía, para profundizar los cambios, no para volver atrás.

Ese cambio cultural ha tomado décadas en Bolivia, pero ya está consolidado. En Venezuela se ha venido produciendo un proceso similar, principalmente en la última década. Algo más del 50 o 60% de los pobladores populares tienen una percepción positiva de los cambios en su país, y ante los actos de corrupción y los errores, a veces sensibles, en la conducción del proceso y ante cualquier acto visible de retroceso, ello no les hace perder la percepción positiva del cambio. O sea, se desarrolla un empoderamiento por parte de la mayoría sobre los cambios políticos y económicos que se han venido impulsando. Y lo que es muy importante: desde la oleada humana que derrocó a los golpistas del año 2002, se viene produciendo un proceso de auto organización de las gentes, de asunción e impulso de los  cambios, en defensa de los mismos y reclamando su profundización.

A esto último la dirección en Venezuela debe ponerle principal atención: ¿Cuáles son los próximos pasos, que puedan expresar esa profundización? ¿Cuáles son los pasos que deben fomentarse para que las gentes reclamen cárcel a los corruptos y corrección de los errores? ¿Cómo profundizar lo que podríamos denominar empoderamiento por parte de la mayoría de los cambios hechos y por hacer?

Cuando se llega a este estadio, como ha pasado en Bolivia y viene pasando en Venezuela, ello es señal de un cambio en el horizonte cultural de las mayorías, y a la dirección del proceso le toca entender estos cambios y aprovecharlos para la consolidación y profundización. Si se envanece y no entiende el contenido del cambio, no puede ejercer eficientemente su rol de dirección.

En nuestro país, sólo ganando autoridad y respeto en las gentes, en su vida cotidiana, podremos empezar (sólo empezar) ese inmenso cambio cultural que se ha venido produciendo en algunos países del continente.

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