CARACAS, Venezuela. El pulso político en Venezuela se agravó después de que la Asamblea votara a favor de abrir un juicio político al presidente, Nicolás Maduro, por la supuesta ruptura del orden constitucional, y los líderes de oposición convocaron protestas masivas para el miércoles para expulsar al impopular líder socialista.
Es improbable que la votación del martes en la cámara, dominada por la oposición, tenga ningún efecto legal porque Maduro sigue controlando otras ramas del gobierno, como el Ejército y el Tribunal Supremo, que ya ha declarado ilegítima la Asamblea Nacional. Pero avivó las tensiones tras la suspensión la semana pasada de una iniciativa de la oposición de convocar un referendo revocatorio contra Maduro. Los legisladores de oposición alegaron que en la práctica, el mandatario ha abandonado la presidencia al dejar de lado sus tareas, y varios legisladores aseguraron que el mandatario tiene doble ciudadanía colombo-venezolana y por tanto la Constitución le impide ocupar la presidencia.
Se trata de una vieja acusación de la que no se han conocido pruebas, y aunque está ampliamente considerada como un argumento con pocas posibilidades de éxito, un analista lo interpretó como una reacción a las maniobras del gobierno de acudir a la Constitución para cancelar la consulta revocatoria, que ofrecía la mejor vía para resolver de forma pacífica la crisis política y económica del país.
“Si Maduro tiene la doble nacionalidad no tiene el derecho constitucional de gobernar a Venezuela”, dijo el diputado opositor Juan Miguel Matheus en la sesión de la Asamblea Nacional. A diferencia de otros países latinoamericanos como Brasil, donde Dilma Rousseff fue destituida de la presidencia en agosto, la Asamblea Nacional venezolana no puede impugnar al presidente. Esa decisión recae directamente en el Supremo, que nunca ha votado contra Maduro. En declaraciones en un mitin el martes, Maduro acusó a los legisladores opositores de comportarse como miembros de un “circo” y de intentar un “golpe parlamentario”. A su regreso de una gira de seis días por Oriente Medio y Europa, Maduro afirmó ante miles de personas reunidos junto al palacio presidencial, en su mayoría funcionarios, que la Asamblea “tiene un único objetivo: hacer daño a Venezuela”.