Caracas. Venezuela solicitó hoy con «carácter de urgencia» una reunión extraordinaria de los cancilleres de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac) para denunciar «la violencia opositora», en medio de la crisis política que vive el país caribeño.

El Gobierno de Nicolás Maduro pidió a El Salvador, que ejerce la presidencia pro témpore del foro regional, «que convoque de manera urgente una reunión Extraordinaria de ministros y ministras de Relaciones Exteriores de la Celac, en un país a convenir», dijo en una misiva la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, publicada en su cuenta de Twitter.

El único tema de la agenda solicitado por Venezuela es: «Tratar las amenazas contra el orden democrático constitucional en la República Bolivariana de Venezuela, así como las acciones intervencionistas contra su independencia, soberanía y autodeterminación», indica la carta dirigida a su par salvadoreño, Hugo Martínez.

La solicitud del país caribeño se hace en medio de un clima de agitación por una ola de protestas antigubernamentales y hechos violentos que han dejado hasta hoy un saldo oficial de 26 muertos, más de 400 lesionados, y más de un millar de detenidos.

El Gobierno venezolano ha acusado a sus opositores de promover la violencia que ha causado estas muertes, varias de ellas en manifestaciones oficialistas u opositoras, provocadas por civiles armados.

Las protestas se iniciaron luego de que el Supremo de ese país dictara una sentencia con la que asumía las funciones del Parlamento, el único poder controlado por la oposición y, aunque ese fallo fue revertido dos días después, los opositores insisten en denunciar que esto representa una ruptura del orden constitucional.

En las últimas tres semanas la oposición ha convocado más de una decena de manifestaciones que se han replicado en varias ciudades del país para pedir la restitución de la supuesta ruptura del orden constitucional, y revivir además su reclamo de la celebración de elecciones para un cambio de Gobierno.

Varias de las manifestaciones han degenerado en focos de violencia, choques con los cuerpos de seguridad, y vandalismo.