Venezuela suspende contactos y comercio

Venezuela suspende contactos y comercio

CARACAS (EFE).- Venezuela suspendió ayer los contactos y acuerdos comerciales con Colombia por entender que ese país violó su soberanía al financiar el secuestro en Caracas del presunto guerrillero colombiano Rodrigo Granda, el pasado 13 de diciembre.

   El Gobierno del presidente colombiano, Alvaro Uribe, sin embargo, se abstuvo hoy de ofrecer las disculpas que le exigió desde Caracas el mandatario venezolano, Hugo Chávez, y se mantuvo en que la Policía Nacional no violó la soberanía nacional del país vecino en la operación de captura de Granda, guerrillero de las FARC.

   Uribe, en una declaración divulgada en Bogotá, tras intensas consultas de su gobierno sobre el enérgico discurso de Chávez,  calificó a Granda de destacado terrorista, a pesar de que no figuró en las listas de la policía internacional (Interpol) hasta el pasado 9 de enero, 28 días después de haber sido secuestrado.

   El Ejecutivo colombiano además no hizo ninguna alusión a la decisión de Chávez de mantener en Caracas a su embajador en Bogotá, Carlos Rodolfo Santiago, llamado a consultas el miércoles pasado.

   Venezuela sostiene que guardias nacionales venezolanos, auxiliados por un agente de la policía nacional de Colombia, secuestraron a Granda, violando las normas de derecho internacional que protegen a los ciudadanos no requeridos por la policía.

   Pero Colombia insiste en que Granda fue capturado dos días después en Cúcuta, ciudad colombiana casi limítrofe con Venezuela, mediante el pago de una recompensa por informes que facilitaron su detención.

   Venezuela asegura que el policía colombiano que estuvo en Caracas, y que hizo trece llamadas a destinatarios en Colombia cuya identidad el gobierno se reserva, fue el que indicó a los guardias venezolanos a quién debían secuestrar.

   Afirma que el pago hecho por el gobierno colombiano a los secuestradores pudo estar entre un millón y un millón y medio de dólares.

   Chávez advirtió de que, decantarse por el sistema de recompensas, al margen del Derecho Internacional, sepultaría a la región andina bajo «la ley de la selva».

   En ese sentido planteó que Venezuela podría ofrecer recompensas, a espaldas de Bogotá, por los venezolanos que buscaron asilo en Colombia tras fracasar en el golpe de Estado de abril de 2002, aunque aclaró que no actuará de esa manera.

   Entre esos golpistas citó a varios militares y a Pedro Carmona, que se autoproclamó presidente de Venezuela en aquel golpe y que abolió las instituciones democráticas del país en las 27 horas que ocupó el cargo.

   «Es injustificable que altos cargos de Colombia hayan sobornado y comprado a militares venezolanos», dijo Chávez, quien reveló que habló telefónicamente con otros presidentes de América Latina para que se abra un debate sobre al asunto.

   El gobierno de Bogotá, sin embargo, cree que «el pueblo colombiano tiene el derecho de liberarse de la pesadilla del terrorismo», y asegura que «la política de recompensas es un instrumento legítimo de los Estados, que ayuda en el proceso de derrotar el terrorismo».

   Además, subraya la declaración, «las Naciones Unidas prohíben a los países miembros albergar terroristas de manera »activa o pasiva»».

   Chávez anunció también que la paralización de contactos y acuerdos incluirá el gasoducto que debería unir las regiones norte de los dos países y la retirada del embajador venezolano en Bogotá, Carlos Santiago.

   «Han cometido un grave error y deben rectificar en vez de estar buscando argucias que hacen quedar peor a su gobierno», añadió Chávez en su llamamiento a Uribe.

   El presidente de la Asociación Colombiana de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz, opinó ante los periodistas que «es indudable que el tema diplomático y político va a estar deteriorado en los próximos días, pero espero que el comercial este por encima de esas circunstancias, como lo estuvo en épocas anteriores».

   Venezuela es el segundo socio comercial de Colombia, después de EEUU, y el más importante dentro de sus socios en la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

   El comercio bilateral de bienes hasta octubre de 2004 sumó 2.076,8 millones de dólares, un 88,9 por ciento más al que se tuvo en igual lapso de 2003, cuando llegó a 1.099 millones, según cifras oficiales colombianas.

   «Les ruego que me crean cuando digo que esto me duela infinitamente, pero pido a Dios y a la sabiduría de Colombia que seamos capaces de sobrepasar estos graves hechos, de curar heridas y de seguir avanzando. Queremos ayudar a la búsqueda de la paz en Colombia y trabajar por la integración con ese país que amamos», dijo Chávez.

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