Venezuela trata colocar bonos a tasas más exhorbitantes

Venezuela trata colocar  bonos a tasas más exhorbitantes

Si parecía difícil superar la venta de los «bonos del hambre» a Goldman Sachs a un interés acumulado total del 300% en 5 años, el Gobierno de Nicolás Maduro está haciendo todo lo posible por batirlo. Según informó ayer The Wall Street Journal, Venezuela está intentando colocar una nueva hornada de bonos de 5,000 millones de dólares con un 80% de descuento, menos la mitad de su valor de mercado. Tras 20 años, el interés total que tendría que pagar Venezuela superaría los cuatro dígitos: un 1,018%.

Estos bonos fueron emitidos por el Gobierno el pasado 29 de diciembre, apenas unas horas antes de que venciera la ley presupuestaria aprobada en 2015 por la Asamblea Nacional, entonces de mayoría chavista.
Los bonos, con un valor nominal de 5,000 millones de dólares, fueron comprados por el estatal Banco de Venezuela por 50,000 millones de bolívares, el equivalente de unos 20 millones de dólares al cambio del mercado negro en aquellos momentos.

En las últimas semanas, la filial estadounidense del ‘broker’ chino Haitong Securities está intentando revender los títulos entre firmas financieras estadounidenses, según dijeron al Journal operadores que han recibido la oferta.
Actualmente, los mercados valoran estos papeles apenas al 45% de su precio. Sin embargo, ante la dificultad para encontrar un comprador, Maduro ha mejorado las condiciones: pide apenas un 20% de su valor nominal, apenas 1,000 millones de dólares.

El enorme descuento supone dar unos intereses aún más exorbitantes que los que compró Goldman Sachs. Los compradores de estos nuevos bonos recibirán un interés anual del 33% en dólares durante 20 años. El interés acumulado alcanzará así un 1,018%: Venezuela deberá devolver 11,200 millones de dólares a cambio de apenas 1,000. «O están verdaderamente desesperados o están aumentando su cuenta de tarjeta de crédito sin planes para pagarla», dijo el socio de la firma de corretaje Caracas Capital Markets Russ Dallen en declaraciones recogidas en el Journal.

La operación es aún más compleja por un motivo sorprendente: el Gobierno no ha registrado estos bonos ante Euroclear ni Depository Trust & Clearing, las dos firmas de corretaje internacional que tramitan la compraventa de bonos soberanos.
Esto supone que el proceso de venta no puede hacerse por los procedimientos electrónicos habituales, y aumenta aún más la posibilidad de que un futuro Gobierno repudie la operación al completo, como han amenazado numerosos líderes opositores en los últimos meses.

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