Caracas.- Una jornada de violentos disturbios vivió Caracas este jueves, con saldo de una veintena de heridos y varios arrestados, en el marco de una protesta de la oposición venezolana contra el presidente Nicolás Maduro. El alcalde del municipio capitalino de Chacao, Ramón Muchacho, dijo que 19 personas recibieron atención médica por traumatismos, cortes, asfixia y una por quemaduras, pero están «fuera de peligro».
Periodistas de la AFP en el punto de mayor concentración observaron que un militar de la Guardia Nacional quedó inconsciente al ser herido en la cabeza con una piedra grande, así como al menos seis detenciones. Sin embargo, Maduro, durante un encuentro con líderes religiosos, aseguró que «Venezuela está en paz, produciendo, trabajando, y pequeños focos violentos (…) fueron neutralizados y no lograron su objetivo: llenar de violencia a toda Caracas».
«Estamos derrotando una arremetida golpista de la derecha internacional y de la derecha fascista venezolana», añadió el mandatario socialista, quien luego encabezó otro acto en el que lució dicharachero. La oposición convocó a una nueva protesta para el próximo sábado.
Los choques se desataron cuando una marcha, que congregó a unas 10.000 personas, cambió de rumbo para dirigirse al centro de Caracas y fue impedida de avanzar por un barrera metálica que más temprano había instalado la Guardia Nacional.
Los opositores se concentraron en una autopista a la altura del barrio acomodado de Altamira, según el plan original, pero dirigentes como el excandidato presidencial Henrique Capriles pidieron luego movilizarse hacia la Defensoría del Pueblo, en el centro.
Su intención era exigir al defensor del pueblo, Tarek William Saab, abrir un juicio para destituir a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por haberse adjudicado temporalmente las competencias del Parlamento, de mayoría opositora.
Pero la solicitud fue desestimada este jueves por el Consejo Moral -integrado por la Defensoría, la Fiscalía y la Contraloría-, que debe calificar la falta «falta grave» de los jueces para que el Legislativo los pueda remover, dijo Saab en la televisora gubernamental.
Lluvia de bombas. En el sector de El Recreo la Guardia Nacional colocó una barrera metálica que se extendía desde un camión, formando un muro que bloqueó la autopista de ocho canales.
Luego, los guardias lanzaron gases lacrimógenos y chorros de agua, ante lo cual los manifestantes, varios con el rostro cubierto, respondieron con piedras. Tras varias horas de refriegas, la Guardia desmontó parte de la barrera para que dos camiones antimotines y decenas de efectivos pasaran a dispersar a los manifestantes con una lluvia de bombas lacrímogenas, que incluso alcanzó apartamentos vecinos. Los manifestantes se replegaron a otros barrios.
El gobierno suele impedir cualquier movilización opositora hacia el centro, que el chavismo considera su bastión y donde se concentran las sedes de los poderes públicos.
En esa zona, cerca de la Asamblea Nacional, miles de oficialistas se manifestaron este jueves en apoyo a Maduro. Los opositores protestaron contra las sentencias con las cuales el TSJ asumió brevemente, la semana pasada, los poderes del Parlamento y retiró la inmunidad a los diputados.
Los fallos, anulados parcialmente el sábado tras fuerte presión internacional, han impulsado a los detractores del gobierno a retomar su estrategia de calle, venida a menos en los últimos meses.
Alerta combativa. En tanto, los oficialistas protestaron contra el «golpe parlamentario» que -alegan- quiere dar la Asamblea en su cruzada contra el TSJ. Desde una tarima, Diosdado Cabello -uno de los principales dirigentes chavistas- llamó a la Milicia Bolivariana, un grupo civil armado por el gobierno, a «pasar a la alerta combativa cuando la derecha pase la raya y crea que va a darle un golpe de Estado» a Maduro. Según el gobernante, el «plan golpista» cuenta con el apoyo de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA), que esta semana declaró una «grave» alteración del orden democrático en Venezuela.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, se reunió este jueves en Washington con el presidente del Legislativo, el opositor Julio Borges. «Vamos a enfrentar al imperialismo, a los grupos económicos que quieren tumbar al gobierno revolucionario», dijo a la AFP Vismar Cifuentes, manifestante oficialista. La protesta opositora apoyó el proceso iniciado el miércoles en la cámara para destituir a los magistrados del TSJ.
Aun cuando la fiscal general, Luisa Ortega, declaró la semana pasada que los dictámenes suponían una «ruptura del orden constitucional», abriendo una fisura en el oficialismo, se requeriría un voto más. La oposición también exige elecciones generales para resolver la grave crisis política y económica, pero Maduro descarta un adelanto de las presidenciales, pautadas para diciembre de 2018.