Venezuela y Chávez

Venezuela y Chávez

FRANCISCO ALVAREZ CASTELLANOS
Cuando el coronel Hugo Chávez ganó la presidencia de Venezuela, escribí un artículo en el que decía, entre otras cosas, que me gustaba «ese guardia». Lo encontraba diferente a los guardias que, una vez que «se encaraman, no quieren bajarse».

Chávez ha ganado en cuantas elecciones ha participado… menos en la última, en la que aspiraba a mantenerse en el poder por mucho tiempo.

Venezuela ha tenido presidentes como Rómulo Betancourt y, aún más reciente, Rafael Caldera, a quien tuve el placer verdadero de saludar en Miraflores, porque tenía el íntimo convencimiento de que estaba ante un verdadero demócrata.

Ya se ha hablado de «extensión del mandato» y en un cable noticiososo «se coló» la palabra «indefinidamente».

Chávez se tutea con Fidel Castro, el dictador que más tiempo ha durado en el poder (casi 50 años) y Cuba siempre se había distinguido por su actitud contra los dictadores.

No creo que la amistad de Chávez con Castro lo haga pensar  que puede ser igual que el dictador cubano. Los tiempos han cambiado, los hombres han cambiado, los pueblos han cambiado. Y las ambiciones personales han encontrado un dique en los mismos pueblos que no están dispuestos a cambiar algo bueno por algo inconstitucional, aunque aparentemente sea mejor.

Venezuela es uno de los países más ricos del mundo. Por lo pronto es el cuarto productor de petróleo del mundo, y es famoso por la calidad de algunas de las piedras preciosas que exporta.

Entonces, si Venezuela es un país que prácticamente es libre política, económica e incluso culturalmente, ¿para qué Chávez está tratando de hacer cosas que nadie ve con buenos ojos, por lo que esas cosas puedan producir?

Estoy plenamente de acuerdo con Chiqui Vicioso, quien señala ( HOY, 10 de diciembre, página 18) refiriéndose al último referendo celebrado en Venezuela, que «hay equivocaciones, como las que está cometiendo Chávez, que ponen en juego la vida de millares de personas, y que a mi juicio son fáciles de entender».

Vicioso señala que los resultados del último referendo en Venezuela, que afortunadamente no son irreversibles, preocupan «porque un revés de las fuerzas progresistas en la República Bolivariana lo sería para toda América.»

A juicio de Chiqui Vicioso, «Chávez es un hombre protegido por los dioses, porque vi a los brujos de ambos lados rociarle la cabeza, soplarle humo en todo el cuerpo, tocarle una especie de maracas», etc.

Se refería Vicioso a una reunión que tuvo Chávez en la frontera con Colombia el Día de la Raza, con residentes de la región.

Vicioso hace un excelente recuento de las muchas cosas buenas que ha hecho Chávez, pero también señala «¿qué debe aprender Chávez? Simplemente que «los procesos se hacen, no se proclaman», así como que un discurso no debe exceder de una hora. Muchos discursos de Chávez pasan de las ocho horas y, a pesar de eso, ha ganado once referéndum sin modificar el proceso eleccionario por el cual fue elegido.

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