Vengo a decirle adiós a los muchachos

Vengo a decirle adiós a los muchachos

El ex amigo Pedro Vergés, Embajador dominicano en la OEA, escribió una diatriba espectacular contra mí atravesado por el Síndrome de la hybris. Y yo quiero, calmadamente, desmontar punto por punto toda la amenazante prepotencia que desplegó quien se cree con derecho al panteón burgués y razona apegado a la triste contabilidad de la mentira en que vivimos.

Su artículo comienza diciendo que él “nunca ha escrito una palabra sobre Andrés L. Mateo. Él (Andrés L. Mateo), en cambio, ha escrito unas cuantas sobre mí, todas elogiosas o favorables”. Mezquindad sin límite que le hace olvidar que en el año 1993 lo echaron de la dirección de “Cultura hispánica”, y yo salí a defenderlo públicamente, y escribí un largo artículo titulado “Don Pedro Vergés, olé”, en mi columna del Listín Diario de entonces. Ese artículo se recoge en mi libro “Al filo de la dominicanidad”, pág. 229; y fue publicado el día 19 de octubre del 1993.

No es que escribí sobre él, es que fui el único que salté al ruedo poniendo mi nombre y arriesgándome como siempre frente al poder. Algo similar puedo decir sobre que “él no ha escrito sobre mí”.

En el mismo año 1993 se puso a circular en “Cultura hispánica” mi libro “Mito y cultura en la Era de Trujillo”, el 15 de abril; y él habló en el acto, y meses después se organizó un debate sobre el libro, en el cual participaron Frank Moya Pons y Bernardo Vega; y Pedro Vergés leyó un trabajo que tengo en mi poder, y que toda la prensa de entonces reseñó.

Hay una foto del acto que guardo con emoción particular, porque en ella está Juan Bosch, Pedro Vergés, Frank Moya Pons y yo. No es que el Embajador haya olvidado, es que se miente muy fácilmente cuando se ha perdido la costumbre de la virtud.

Además, dudo mucho de sus condiciones morales e intelectuales para descalificarme.
Respondí al comunicado de “Alianza cultural con Danilo” por mi odio al autoritarismo, y desprecio a la censura. Quienes nos reuníamos con Pedro Vergés en el grupo de amigos, notábamos cómo cada vez más el poder lo sumía en una conducta arrogante y atrevida.

Su vida personal está completamente desligada de los sentimientos y los valores concretos de solidaridad o de progreso. Y entraña un heroísmo sin objeto publicar un comunicado en el cual me amenazan con llevarme a la justicia, pedir que se me persiga con la ley 368; y aplicarme el código trujillista de la censura previa. Todo lo cual lo he vivido y no me atemoriza.

Pero, ¿qué buscan Pedro Vergés y “Alianza cultural con Danilo” con tales aspavientos? Aumentar sus bonos, hacerse potables ante la mirada del “Príncipe”. “Alianza cultural con Danilo” es un grupo de tres o cuatro oportunistas que aspiran a dirigir el Ministerio de Cultura, y se confrontan con el grupo mayoritario de Pedro José Gris y Gedeón Santos dentro del PLD; cada vez que llegan las elecciones el

Embajador Vergés arriba al país, y abre el catálogo de sus ambiciones.

En el fondo desprecia a sus oponentes dentro de la lucha de los culturosos por alcanzar el Ministerio. Atacar a Andrés L. Mateo le parecía un buen recurso de incrementar su magra membresía Danilista, sobre todo después que el presidente Medina los recibió en Palacio.

Y la cruzada se basa en lo que el propio comunicado establece: “El señor Mateo viola la ley, en lo que se refiere al tratamiento público que se le debe al Jefe del Estado”. En vez de discutir mis argumentos, en vez de oponer sus ideas a mis ideas, en vez de rebatir mis juicios; intimidación trujillista, lambonismo, que Pedro Vergés lleva en sus genes.

¿Y cuáles son los temas por los que debo ser llevado a la justicia, según Pedro Vergés? La corrupción, la reelección, el rentismo y el clientelismo, la partidocracia, etc. Toda la aventura espiritual y el desgarramiento de un país mil veces saqueado por sus gobernantes.

Yo quisiera citarle a Pedro Vergés unas breves notas del libro del Ministro de Energía y Minas del gobierno, sobre la forma como Danilo Medina logró imponer la reelección al país. Dice Tony Isa, en su libro “Relatos de un desmemoriado”: “Ese acuerdo me entristeció, no es lo que la democracia requiere (…). Una operación de venta de votos contaminante del proceso que he defendido (…) El sistema político dominicano está carcomido por el clientelismo, el rentismo y la corrupción”.

¿No fue eso lo mismo que dije en mi artículo “¿Y quién es Danilo Medina?” que dizque motivó el comunicado? Un verdadero cronista de su época debe ahondar en ese modelo de dominación política que encarna Danilo Medina, y el partido-empresa PLD; y que prostituye las instituciones, usa el dinero público para manipular a la ciudadanía, y se convierte en lo que describe con exactitud el Ministro Isa Conde.
Pedro Vergés debería animarse a llevar a juicio al Ministro Isa Conde.

En lo que respecta a mi actitud ante la reelección de Hipólito Mejía le respondo no porque la desvergüenza de la ética con que lo hace se lo merezca, sino porque es mejor leer prácticas y no discursos. Yo era viceministro de Cultura y presenté a Milagros Ortiz Bosch en el Estadio Olímpico, quien era en ese momento la más alta expresión contra la reelección. Asumía en ello la defensa de mis ideas. Publiqué, además, tres artículos en el Listín Diario, y uno en El Caribe; titulados “La concepción patrimonial del Estado”; los días 6, 7, 8 y 12 del mes de marzo; analizando lo que históricamente ha significado la reelección en nuestro país.

Usted es tan zorruno que en su artículo dice que Hipólito Mejía consiguió postularse a la reelección “utilizando para ello los mecanismos propios de la política dominicana”; y lo dice de una manera tan visiblemente racional que justifica de paso a Danilo Medina. Pero es una parábola impecable de su falta de escrúpulos, porque en ambos casos hubo retroceso institucional, despojo de la voluntad, y corrupción. Eso nos diferencia, Embajador.

Por último lo de su padre y la pérdida de su amistad. No quise ofenderlo. Traté de hallar una explicación sicologista del autoritarismo implícito en el comunicado contra mí, y reviví la abyección trujillista.

El miedo era la forma de existencia natural en esa atmósfera. Usted era un niño privilegiado porque su padre era un intelectual del régimen. Escribió “Hitos de la carrera militar del general Trujillo”, y una “Biografía del general Héctor Bienvenido Trujillo Molina”, así como efemérides heroicas del generalísimo.

No inventé nada, olí en la dureza el fétido ambiente del autoritarismo y la censura. En cambio no pierdo nada con haber perdido su amistad.

Los rasgos heroicos con que usted me echa de sus afectos, dan a entender que mis hijos comían por su benevolencia. Un desliz de su prepotencia. Pero yo soy casi una sombra en los pasillos de las universidades, y la reproducción de la vida material no me ha arrojado sobre el encanallecimiento, como a algunos.

Por si acaso, vengo a decirle adiós a los muchachos. Tanto poder, hace caer en hybris, y eso es peligroso.

ZOOM

Un señalamiento
“Yo quisiera citarle a Pedro Vergés unas breves notas del libro del Ministro de Energía y Minas del gobierno, sobre la forma como Danilo Medina logró imponer la reelección al país. Dice Tony: “Ese acuerdo me entristeció, no es lo que la democracia requiere (…)”, sostiene Andrés L. Mateo.

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