El presidente del partido Alianza por la Democracia (APD), Max Puig, aseguró ayer que detrás de la supuesta venta de las acciones de Punta Catalina se podría esconder el propósito de utilizar los fondos de pensiones de los trabajadores en ese proyecto energético.
Tras afirmar que la APD se opone a que los fondos de pensiones se usen en las plantas, Puig indicó que esa sería una inversión de alto riesgo desde el punto de vista financiero y que pondría en peligro los recursos reservados a las pensiones de los trabajadores.
Sostuvo que al anunciar que carece de recursos para continuar la obra, el Gobierno confirma el fracaso financiero del proyecto y, con ello, admite también en los hechos el fracaso de su política eléctrica.
Esto sucede, puntualizó, porque el consorcio beneficiario del proyecto no cumplió con su obligación contractual de procurar el financiamiento para la realización de las obras.
“Para la APD es importante resaltar que la causa directa e inmediata de la falta de recursos para la construcción de las plantas que aduce el gobierno para ofrecer en venta las acciones es responsabilidad del mismo gobierno al permitir la violación de normas básicas en que se asentó la licitación”, agregó Puig. Reiteró que lo único que puede salvar el proyecto es convertir las plantas a gas.
Puig dijo además que, al decir que la venta es para “producir un alivio financiero” en el presupuesto del 2017, Danilo Medina “está reconociendo las graves dificultades de un presupuesto que ahonda el déficit fiscal provocado por la reelección presidencial y que carece de fuentes financieras suficientes y seguras”.