Venta de gas pone en jaque a gobiernos

Venta de gas pone en jaque a gobiernos

POR LEONORA RAMIREZ S. Y UBALDO GUZMAN MOLINA
Igual que el déficit del servicio de energía eléctrica, el suministro del gas licuado de petróleo se ha convertido en la principal debilidad de los gobiernos dominicanos, primero por las constantes crisis en el abastecimiento del combustible, y segundo por la corrupción y el desvío de los subsidios que benefician a sectores carenciados.

En la década de 1970 se masificó la venta de gas para contrarrestar la deforestación, debido a que el carbón era el combustible utilizado en la mayoría de los hogares.

El negocio de la distribución de gas creció en la medida en que aumentó la demanda, pero con la regulación del gobierno que desde entonces interviene en la aplicación de las tarifas, a través de la Secretaría de Industria y Comercio.

Si se toma como referencia la cotización actual del dólar (RD$36.00 por US$1.00) eran irrisorias las tarifas vigentes en la década de 1980, cuando un tanque de cien libras (22.5 galones) costaba RD$19.00, en 1981 RD$22.85, y en 1984 a RD$28.50.

Dado el constante incremento del precio del combustible, durante el segundo ejercicio del poder del fenecido ex presidente Joaquín Balaguer (1986-1996) se estableció un subsidio dirigido a las amas de casa del que sacaron provecho industriales y transportistas, por debilidades institucionales y falta de controles.

Ya en 1995, esa desnaturalización del subsidio le costaba al Estado alrededor de RD$24 millones mensualmente, según declaraciones de Licelot Marte de Barrios, a la sazón secretaria de Industria y Comercio.

En ese año se eliminó ese beneficio, e igual que ahora, con el repudio de los sindicatos de choferes que entonces alegaban la salida del servicio de cientos de unidades del transporte público.

La escasez de esos años estuvo relacionada con la imposibilidad del gobierno de adquirir las divisas necesarias para la compra del gas, y en ocasiones por la lucha de intereses entre distribuidores y transportistas.

Una frase de Balaguer, de 1990, ilustra que la crisis de ayer y hoy tiene la misma causa: «el consumo crece cada día, los hidrocarburos se adquieren con divisas, las divisas no están tan abundantes y siempre habrá problemas, no solamente con este gobierno, sino con cualquier otro».

Durante el primer gobierno del presidente Leonel Fernández (1996-2000) también hubo problemas de suministro, y las autoridades de entonces tuvieron que enfrentar las críticas de la oposición, y de una población que sustentan gran parte de sus actividades productivas en el uso de gas licuado de petróleo.

Una crisis que se soluciona

La crisis en el suministro del gas licuado de petróleo (GLP), una de las herencias del gobierno de Hipólito Mejía, no ha podido ser solucionada por la administración de Leonel Fernández, pese a sus promesas continuas.

Durante gran parte del gobierno de Hipólito Mejía, sobre todo 2003 y 2004, se registraron crisis constantes en el suministro del gas licuado de petróleo.

En la gestión de Angel Lockuard al frente de Industria y Comercio, durante el inicio del gobierno de Hipólito Mejía, se produjo un fraude por RD$200 millones con los cupones de subsidio al gas propano destinado a familias pobres.

Lockuard fue sometido a la justicia. Varias empresas distribuidoras de gas propano fueron implicadas en el caso. Ese fraude ocasionó la eliminación del subsidio directo.

En el pasaso período de transición, la escasez del combustible llegó a extremos, lo que produjo filas interminables en las envasadoras, cierre de otras y que salieran de circulación cientos de vehículos del transporte público.

El país consume 22 millones de galones de gas licuado al mes. Los suplidores son los Refinería Dominicana de Petróleo, con un 60%, y Coastal, con un 40%.

El subsidio al gas de cocinar representa RD$800 millones para el Estado cada mes. El gobierno peledeísta autorizó en agosto pasado el pago de RD$200 millones a los importadores de gas para solucionar la crisis, pero el monto no fue suficiente.

Un galón de gas licuado de petróleo costaba RD$13.32 en enero del 2002, RD$15.66 en abril de ese año, RD$17.58 en agosto, RD$21.42 en diciembre y RD$24.06 en el 2003. Actualmente cuesta 25 pesos. El subsidio del Estado es de RD$37.

El gobierno, mediante el decreto 1068-04, del 30 de agosto pasado, eliminó el subsidio del carburante para los industrias, hoteles y restaurantes y otros consumidores que consumen más de cien libras, lo que representa un ahorro mensual de RD$176 millones.

A partir de enero se prevé establecer un sistema focalizado para los hogares de escasos recursos. El gabinete social, que preside el vicepresidente Rafael Alburquerque, se encargará de implementar la focalización del subsidio del gas para cocinar.

Ya fueron habilitadas 500 envasadoras, dotadas de veriphone, de los utilizados para hacer pagos con tarjetas de crédito, a fin de que ese sistema reciban el subsidio las familias pobres. Los beneficiarios pagarán una parte en efectivo y otra el Estado a través de la tarjeta. No se ha determinado la proporción qué se pagará en efectivo.

A través del decreto 1073, del 31 de agosto, el presidente Leonel Fernández puso en marcha su programa social que incluye el subsidio al gas licuado de petróleo. Pero persiste la creencia de que se mantengan las distorsiones del pasado.

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