Venta de puertos  crea polémica en EU

Venta de puertos  crea polémica en EU

WASHINGTON (AFP).- La compra de seis importantes puertos en Estados Unidos por una compañía de los Emiratos Arabes Unidos desató una tormenta política ayer, cuando políticos estadounidenses pidieron la revocación del contrato y una empresa norteamericana inició un juicio para bloquearlo.

Según medios estadounidenses, la empresa Continental Stevedoring and Terminals Inc., con sede en Miami (Florida, sur) entabló una demanda contra el acuerdo que autoriza la compra de los puertos al operador portuario estatal de Emiratos Arabes Unidos, Dubai Ports World, por 6.800 millones de dólares.

Continental es una subsidiaria en Miami de la firma británica Peninsular and Oriental Steam Navigation Company. Por ello argumentó que la venta por parte de la empresa británica a la compañía árabe, la obliga a convertirse en un “socio involuntario” del gobierno de Dubai, en una transacción que “puede poner en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos”.

La compra tiene previsto darse por concluida el 2 de marzo.

El puerto de Miami es uno de los más transitados de Estados Unidos y el principal foco de la industria turística naviera. Los demás puertos incluidos en el trato están en Nueva York, Nueva Jersey (noreste), Baltimore (Maryland, este), Nueva Orleans (Luisiana, sur) y Filadelfia (Pennsylvania, este).

La controversia dominó el martes la agenda política estadounidense, cuando demócratas y republicanos unieron sus fuerzas para combatir el contrato, criticando lo que describieron como un desempeño irregular de los EAU en su combate al terrorismo.

En respuesta, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, defendió la venta asegurando que los EAU “han sido un un socio muy, muy sólido en nuestros trabajos en el Golfo (Pérsico)”, según declaró el martes en conferencia de prensa junto al jefe del Estado mayor conjunto, Peter Pace, quien por su lado definió los vínculos militares entre ambas naciones como “soberbios”.

“Tratamos con los Emiratos Arabes Unidos de una manera regular. Es un país involucrado con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo”, agregó Rumsfeld, al subrayar las “estrechas relaciones militares, económicas y políticas” entre ambas naciones.

Rumsfeld señaló que “nada cambiará en lo que concierne a seguridad”, puesto que según el contrato, “los guardacostas estadounidenses estarán a cargo de la seguridad, y no la compañía” que administra los puertos.

Sin embargo, incluso firmes aliados del presidente estadounidense George W. Bush se separaron de su líder partidario en este tema y han sido los primeros en prometer la celebración de audiencias tan pronto los legisladores vuelvan de un breve descanso parlamentario.

El senador republicano Bill Frist llamó el martes a que se suspendiera la compra de la administración portuaria, argumentando que ésta plantea “serias dudas respecto a la seguridad de nuestro territorio”.

El también republicano Peter King, jefe del comité de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes, se manifestó el lunes en la televisión “muy preocupado” por el trato, y consideró “irresponsable (…) tener una compañía, que podría tener una infiltración de Al-Qaida, dentro de estos puertos, al tanto de nuestros procedimientos de seguridad y de lo que se hace”.

El diario estadounidense New York Daily News cuestionaba el lunes: “¿Cómo podemos pensar en permitirle al gobierno de EAU que controle cinco de los más transitados puertos de la costa este?”.

En un editorial, el diario criticó además la decisión del gobierno de Bush de “entregarle Nueva York a los Emiratos Arabes Unidos”.

Sin embargo, funcionarios del gobierno federal aseguraron que habían examinado cuidadosamente el acuerdo y que no conllevaba ningún riesgo.

El trato fue aprobado por el comité de inversiones extranjeras del departamento del Tesoro estadounidense.

Los 14 miembros de este comité, presidido por el secretario del Tesoro John Snow, “no tiene mayor prioridad que la de proteger la seguridad de Estados Unidos, aseguró el martes su portavoz Tony Fratto.

George W. Bush favorece venta

WASHINGTON (AFP).- El presidente George W. Bush prometió ayer vetar cualquier legislación que demore un controvertido acuerdo que permite la operación de seis importantes puertos en Estados Unidos por una compañía de los Emiratos Arabes Unidos.

Bush dijo que los legisladores estaban enviando “señales confusas” porque no dijeron nada cuando una compañía británica estuvo a cargo de los puertos, pero  emprendieron una campaña en contra del acuerdo ahora que concierne a una firma de Medio Oriente.

“A mi juicio la transacción debería concretarse”, insistió Bush a su vuelta a la Casa Blanca. “Si hubiera algún riesgo de que esta venta ponga en peligro la seguridad de Estados Unidos, no tendría lugar”, agregó.

Bush explicó que “la compañía (árabe) no administrará la seguridad portuaria, la seguridad de nuestros puertos seguirá estando a cargo de los guardacostas y las aduanas (estadounidenses)”.

La compra de seis importantes puertos en Estados Unidos por una compañía de los Emiratos Arabes Unidos (EAU) desató una tormenta política el martes, cuando políticos estadounidenses pidieron la revocación del contrato y una empresa norteamericana inició un juicio para bloquearlo.

Bush agregó en defensa del contrato que el operador portuario estatal de Emiratos Arabes Unidos, Dubai Ports World, tiene sede en un país que “coopera en la guerra contra el terrorismo”.

Más temprano, el senador demócrata Chuck Schumer declaró, citando preocupaciones en materia de seguridad: “Nuestra petición al presidente es que suspenda de inmediato este contrato, que no le permita seguir adelante”.

A menos que los legisladores logren evitarlo, la compra de los puertos por parte de la empresa de Dubai, por 6.800 millones de dólares, se dará por concluida el 2 de marzo.

Schumer y el republicano Peter King llamaron a Bush a revocar el trato aprobado por el comité de inversiones extranjeras del departamento del Tesoro estadounidense (CFIUS). El comité de 14 miembros está presidido por el secretario del Tesoro, John Snow.

Los legisladores declararon haber preparado una legislación que, si es aprobada por el Congreso, podría congelar el acuerdo.

“El presidente tiene la autoridad de pasar por encima de CFIUS cuando quiera”, dijo Schumer. “Si lo hace, dará tranquilidad a los estadounidenses”, agregó.

Por otra parte, según medios estadounidenses, la empresa Continental Stevedoring and Terminals Inc., con sede en Miami (Florida, sur) entabló una demanda contra el contrato.

Continental es una subsidiaria en Miami de la firma británica Peninsular and Oriental Steam Navigation Company. Por ello argumentó que la venta por parte de la empresa británica a la compañía árabe, la obliga a convertirse en un “socio involuntario” del gobierno de Dubai, en una transacción que “puede poner en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos”.

El puerto de Miami es uno de los más transitados de Estados Unidos y el principal foco de la industria turística naviera. Los demás puertos incluidos en el trato están en Nueva York, Nueva Jersey (noreste), Baltimore (Maryland, este), Nueva Orleans (Luisiana, sur) y Filadelfia (Pennsylvania, este).

La controversia dominó el martes la agenda política estadounidense, cuando demócratas y republicanos unieron sus fuerzas para combatir el contrato, criticando lo que describieron como un desempeño irregular de los EAU en su combate al terrorismo.

Más temprano, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, defendió la venta asegurando que los EAU “han sido un socio muy, muy sólido en nuestros trabajos en el Golfo (Pérsico)”, según declaró el martes en conferencia de prensa.

“Tratamos con los Emiratos Arabes Unidos de una manera regular. Es un país involucrado con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo”, agregó Rumsfeld, al subrayar las “estrechas relaciones militares, económicas y políticas” entre ambas naciones.

Incluso firmes aliados del presidente estadounidense George W. Bush se separaron de su líder partidario en este tema y han sido los primeros en prometer la celebración de audiencias tan pronto los legisladores vuelvan de un breve descanso parlamentario.

El senador republicano Bill Frist llamó el martes a que se suspendiera la compra de la administración portuaria, argumentando que ésta plantea “serias dudas respecto a la seguridad de nuestro territorio”.

El diario estadounidense New York Daily News cuestionaba el lunes: “¿Cómo podemos pensar en permitirle al gobierno de EAU que controle cinco de los más transitados puertos de la costa este?”.

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