Ventanas del más allá

Ventanas del más allá

Si desde lo ignoto, el profesor Juan Bosch y el doctor José Francisco Peña Gómez pudiesen observar la zaga de sus partidos –ahora sin ellos- probablemente tendrían motivos suficientes para no alarmarse y continuar en el traquilo reposo de la eternidad. Tanto el Partido Revolucionario Dominicano como el Partido de la Liberación Dominicana obtuvieron victorias electorales tras los mutis de sus primeras figuras.

Aún cuando los perredeístas continúen atados a su vocación para el conflicto intestino, han tenido un mínimo de cohesión para recuperarse lo suficiente después de cada caída, incluso de la causada por el absurdo de la reelección. El PLD ni se diga. Hay, en su esencia como partido, una disciplina boschiana que le favorece enormemente. No se puede decir lo mismo del Partido Reformista Social Cristiano.No ha pegado una desde que el expresidente Joaquín Balaguer cumplió su ciclo vital. ¿Qué habrá fallado ahí? ¿Fue que el Maestro jamás creó una buena base para que el reformismo sobreviviera? ¿Cuánto de culpa tendrían sus herederos?

La igualdad en el PLD

Está claro que en las esferas superiores del Partido de la Liberación Dominicana siempre ha habido renuencia a crear condiciones especiales y a aplicar «forceps» para que las mujeres alcancen posiciones importantes. Se trata de el «mínmo» de presencia en los puestos de mando que otros partidos imponen en un pro-feminismo que ayuda a proyectar una imagen que vende ante el gran público constituido por la mitad no-hombre de la nación. Llama la atención que algunos dirigentes actuales del peledeismo mencionen de manera destacada al profesor Juan Bosch cuando expresan el criterio de que «los cargos dirigenciales del PLD hay que ganarlos sin ventajas de género». No por la particularidad de que usted sea hombre o mujer. Es cierto que alrededor de Bosch solían predominar cuadros integrados por mayorías masculinas, pero eso no impedía que su sensibilidad de hombre de principios y genialidad literaria le permitiera descarse siempre por un trato fino y muy especial a las mujeres del entorno. Quizás por respetarlas, admirarlas y apreciar su valor intrínseco como seres humanos, sin que importara su condición sexual, fue que nunca creyó necesario instalarles facilidades excepcionales para ascender por los peldaños del éxito.

Sacudida financiera

El pleito está casado. Brillan en los medios de difusión los afanes de atraer clientes para préstamos bancarios. En medio del frío clima de comercial que ha caracterizado al país últimamente, parece más que oportuno que los agentes financieros quieran activar el uso del crédito. La feria hipotecaria del Banco Popular jugó un papel importante en este despertar. Provocó una festiva movilización de ofertas inmobiliarias y atrajo a un público que se entusiasmó. Se habla de montos sin precedentes de cierres diarios de contratos para adquisiciones. Y efectivamente, ferias como esas actúan como espacio para una muy activa competencia. Allí los intermediarios tienen que mantenerse en rivalidad a ver quién da más facilidades al cliente. El comprador sale ganando. «¡Levántate y anda!» Dicho esto, no para Lázaro, sino para la economía dominicana.

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