Ventanas y balcones citadinos

Ventanas y balcones citadinos

En la calle Sánchez esquina Padre Billini está ubicada la Casa del Pudín, patrimonio de la ciudad, la cual posee los balcones más preciosos de la zona

POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ 
La ciudad primada de América presenta muchas edificaciones de dos épocas cuyas fachadas tienen curiosas formaciones, principalmente en las ventanas y en los balcones.

En la calle Palo Hincado número 119 hay una vivienda de dos niveles de curiosa fachada, la cual, en  su primer cuerpo, presenta tres entradas estrechas casi unidas, dos puertas-ventanas y una amplia que sirve de garaje.

Pero su curiosidad es que la pared del segundo nivel presenta una triple ventana cuyo marco es un bordeado  formando una amplia circunferencia cubierta de ladrillos, el cual encima tiene un enrejado de barras cuadradas cuyos vértices sobresalen hacia delante, donde dichos cuadros cada uno encierra otra barra formando un redondel. 

En la calle Sánchez número 156 existe una casa de dos niveles, en cuyo segundo piso la pared centralmente presenta la ventana y el balcón más pequeño de todo el sector.

Esta tiene metro y cuarto de ancho, cerrada con seis vidrios enmarcados que arriba presenta un vitral en un espacio cuya superficie interna tiene siete pulgadas de ancho que al llegar arriba de ambos lados dobla inversa dejando un espacio en el centro.

Debajo tiene un corto balconcito de poca proyección delantera que en el medio tiene cuatro sacados y sus esquinas con tres cuerpos que bajan y adentro tiene tarros con matas.

La pared en ambos lados presenta cuádruples nervaduras que elevándose sobresalen del techo donde centralmente las dividen cinco que verticalmente surgen de una horizontal de cuerpo igual pero formando una T bocabajo.

En la misma calle número 104 hay un edificio de tres pisos, cuyo tercero presenta las únicas triples ventanas que tienen tres y medio metros de altura con puertas de caoba labradas, donde cada una está protegida por rejas con barras verticales las cuales surgen de un corto balconcito curvo de poca proyección delantera que arriba presenta un tarro con flores.

En la calle Arzobispo Portes número 318 se puede apreciar una preciosa vivienda pequeña de dos niveles que tiene una puerta cuya parte arriba unido a otros ornamentos presenta un tragaluz de seis vidrios enrejada con barras de metal curvilíneas de color negro que centralmente tienen adornos de otras retorcidas color dorado.

Sin embargo, su mayor curiosidad consiste en tener en el comienzo de cada lateral de la entrada dos balconcitos internos los cuales son tan estrechos que escasamente sus cuerpos solamente presentan cuatro balaústres con el medio abultado. Ambos también en la parte superior presentan una ventanita-tragaluz con los mismos cristales y decoradas rejas con los mismos colores.

También, en la calle Sánchez esquina Padre Billini aparece el edificio llamado la Casa del Pudín patrimonio de la ciudad, de dos niveles cuyo segundo tiene los balcones de más curiosa formación y precioso decorado.

Aparte del esquinero formando un púlpito, los de cada lateral tienen balaústres formados por molduras abajo curveadas, divididas por una roseta de ocho pétalos cuyos laterales salen hojas de acanto que surgen de otra abierta abajo que en cada lado tiene redondeles abultados y en cada margen hay un bajante estriado que cierra con otra roseta.

También, en la calle Arzobispo Nouel esquina Arzobispo Meriño se puede observar un edificio de dos niveles que el segundo presenta diez balcones republicanos techados, únicos en toda la zona colonial cuyos balaústres y columnas están fabricadas totalmente con madera de caoba.

Ambos cuerpos están torneados y labrados con curvas donde los que en los vértices se elevan culminan soportando un techo marquesina que está cubierto de tejas.

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